Nos encontramos en el séptimo día de asedio a la imponente ciudad de Erengrado, ya no hay esperanzas para nosotros, la ciudad esta condenada. Las baterías de cañones infernales destruyen nuestras murallas, el cielo se ha vuelto de mil colores mientras los demonios caen en nuestras calles como la dulce lluvia primaveral lo hacia antaño. La gente esta poseída por la locura y la enfermedad. Herejes y mutantes campan a sus anchas y los pocos hombres capaces de luchar están temblando de miedo. Pero no será hoy cuando nos rindamos, si hemos de caer lo haremos luchando, como hace trescientos años hicieran nuestros antepasados, enarbolaremos acero y haremos pagar con sus vidas cada centímetro que osen pisar de nuestra ciudad. Escuchad hombres de Erengrado, si hoy es el día de reunirnos con nuestro creador vayamos con la cabeza alta.
Si muchach@ estas fueron las ultimas palabras que proferio ese cobarde de Hans Von Scrig... Yo estube alli, yo vi como sus hombres le mataron por cobarde y traidor... algun dia te contare la historia pero hoy no. Pero a pesar de sus defectos esas palabras animaron a los hombres a luchar contra lo imposible.... y a proteger a la gente que huyo por mar. Y solo por eso fue llamado "heroe"...puft.
Es hora de acabar con el halo de nobleza de los heroes y contar la verdad de lo que paso durante la Tormenta del Caos.
domingo, 12 de julio de 2009
sábado, 4 de julio de 2009
La dama del dulce olvido.
Otra noche en la posada carmesí- piensas- vamos a ver a ese dramaturguillo de Joshep Scrigt. A medida que te acercas notas un escalofrío… más fuerte incluso de lo habitual. Ves a un hombre alto y escuálido con ropajes rojos y un laúd.
Hola a todos caballeros voy a recitar mi ultima obra. Causo furor en Moussillon, lastima la plaga que acaeció a continuación.
“Todos, niños y hombres,
elfos y engendros.
Sin excepción oís la tonada de la flauta,
escuchad pues la tonada de la dama.
Cada día empuñan acero,
batallan por escoria
y juntan cenizas como si fuera oro.
Cada día siguen la tonada.
Los hombres la ven con tristeza,
la vida es el ciclo de la muerte.
Los hombres la ven con alegría,
la muerte es el ciclo de la vida.
La llamada es suave en la infancia,
fuerte y estresante en la vejez.
Danzan en vida al son de la dama
y en la muerte seguirá la danza
Los elfos de larga vida la menosprecian,
mas ella los ignora pues no vencerán.
Los hombres la temen y luchan por vencer,
más ella sabe que hasta los vampiros han de perecer
Los hombres la ven con tristeza,
la vida es el ciclo de la muerte.
Los hombres la ven con alegría,
la muerte es el ciclo de la vida.
Y a todos los hombres llegara el día en
que no pueden sino seguirla a la oscuridad.
Pues danzad hijos aun cuando los pies sangren
y no quede esperanza.
Danzad y reíd en la muerte.
Aun cuando vuestras risas sean la de cráneos.
Desoíd los gritos y sollozos
dirigíos sin temor al abismo
Los hombres la ven con tristeza,
la vida es el ciclo de la muerte.
Los hombres la ven con alegría,
la muerte es el ciclo de la vida.
Esta es la melodía de la dama del dulce olvido.
Pues solo en la muerte encontraras la paz del olvido.
La vida es sufrimiento más no temas la muerte.”
Aplaudes a pesar de ser una métrica mejorable. Al acercarte para felicitarle este sonríe con una mueca que te recuerda a los cráneos que decoran las calles de la ciudad. Una sensación de terror te invade, ¿¿he visto un cráneo??. Le preguntas educadamente si esta de paso.
Contestando sin volverse- Hombre pienso quedarme una temporada, este sitio rebosa de “vida” ya me entiendes…-acto seguido se dirige a las habitaciones.
Hola muchacho, ¡Tu de nuevo!-dice el posadero con aire de alivio- He visto que no te hace gracia el tío… pero es que a los espíritus tampoco. Ni siquiera se le acercan. No saben porque pero lo temen como a la misma muerte. Que chorrada, los muertos ya están muertos.-ahora con el rostro ensombrecido- Pero… yo no seré quien se atreva a echarle… durante la plaga de Moussillon dicen que un trovador de ropajes rojos también vagaba, propagándose la muerte a su paso. Ten cuidado.
Hola a todos caballeros voy a recitar mi ultima obra. Causo furor en Moussillon, lastima la plaga que acaeció a continuación.
“Todos, niños y hombres,
elfos y engendros.
Sin excepción oís la tonada de la flauta,
escuchad pues la tonada de la dama.
Cada día empuñan acero,
batallan por escoria
y juntan cenizas como si fuera oro.
Cada día siguen la tonada.
Los hombres la ven con tristeza,
la vida es el ciclo de la muerte.
Los hombres la ven con alegría,
la muerte es el ciclo de la vida.
La llamada es suave en la infancia,
fuerte y estresante en la vejez.
Danzan en vida al son de la dama
y en la muerte seguirá la danza
Los elfos de larga vida la menosprecian,
mas ella los ignora pues no vencerán.
Los hombres la temen y luchan por vencer,
más ella sabe que hasta los vampiros han de perecer
Los hombres la ven con tristeza,
la vida es el ciclo de la muerte.
Los hombres la ven con alegría,
la muerte es el ciclo de la vida.
Y a todos los hombres llegara el día en
que no pueden sino seguirla a la oscuridad.
Pues danzad hijos aun cuando los pies sangren
y no quede esperanza.
Danzad y reíd en la muerte.
Aun cuando vuestras risas sean la de cráneos.
Desoíd los gritos y sollozos
dirigíos sin temor al abismo
Los hombres la ven con tristeza,
la vida es el ciclo de la muerte.
Los hombres la ven con alegría,
la muerte es el ciclo de la vida.
Esta es la melodía de la dama del dulce olvido.
Pues solo en la muerte encontraras la paz del olvido.
La vida es sufrimiento más no temas la muerte.”
Aplaudes a pesar de ser una métrica mejorable. Al acercarte para felicitarle este sonríe con una mueca que te recuerda a los cráneos que decoran las calles de la ciudad. Una sensación de terror te invade, ¿¿he visto un cráneo??. Le preguntas educadamente si esta de paso.
Contestando sin volverse- Hombre pienso quedarme una temporada, este sitio rebosa de “vida” ya me entiendes…-acto seguido se dirige a las habitaciones.
Hola muchacho, ¡Tu de nuevo!-dice el posadero con aire de alivio- He visto que no te hace gracia el tío… pero es que a los espíritus tampoco. Ni siquiera se le acercan. No saben porque pero lo temen como a la misma muerte. Que chorrada, los muertos ya están muertos.-ahora con el rostro ensombrecido- Pero… yo no seré quien se atreva a echarle… durante la plaga de Moussillon dicen que un trovador de ropajes rojos también vagaba, propagándose la muerte a su paso. Ten cuidado.
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