domingo, 15 de enero de 2012

One more soul to the call: El caballero responde a la llamada.

Había que admitir que llegaron pronto, pero ya anochecía cuando el cuerpo de bomberos comenzó a dragar el fondo del lago. Los nervios estaban crispados se notaba en el aire, en las miradas, nadie que hubiera nacido en los alrededores del lago se aventuraría de noche. Si este lago era famoso por algo era por sus corrientes, la cantidad de gente que se ahogo y su cadáver nunca se recupero podría llenar un libro. El sheriff no prestaba mucha atención a mis explicaciones hasta que Mike se acerco con la carta de suicidio. El sheriff se puso a leer la carta mientras Mike me miraba intranquilo. Antes de que acertara a preguntar la causa de su desasosiego el sheriff me cogió del hombro fulminándome con la mirada me exigió saber todos los detalles. Nunca lo había visto tan enfadado.
Era la tercera vez que le explicaba al sheriff lo sucedido cuando el jefe de bomberos nos interrumpió –Los chicos no han encontrado nada y es prácticamente de noche. No son capaces de ver a un palmo de sus narices.- Dijo mirándome como quien mira a un niño demasiado estúpido para sonarse las narices. Luego miro al sheriff como si compartiera con el un chiste o un secreto – Esta es muy mala zona. No es la primera vez que alguien se ahoga y su cadáver es arrastrado por la corriente.-. –Lo mejor será suspender la búsqueda y archivar el caso como suicidio, ¿No es eso lo que paso agente Jack?- Sentencio el sheriff fulminándome con la mirada. Tal era la furia de esa mirada que me dejo sin palabras, solo puede agachar la cabeza y asentir.
Me dirigí al coche, cerré la puerta del coche y me limite a observar por el retrovisor como discutían el sheriff y el jefe de bomberos mientras me dirigía a casa. Por el camino James me llamo por la radio - ¡Jack! ¡Maldito bastardo, me has vuelto a usar de escudo! – Cogí el micrófono de la radio del coche patrulla - James, los dos sabemos que llego tarde por hacerte el favor de atender la llamada.- me limite a contestar, estaba cansado y debería mandarle a tomar por culo pero lo conozco de hace tiempo y se como acabara esta conversación. –Gracias por hacerme el favor, pero ya sabes las normas. Lo que queda de mes pagas todas las rondas en O’Flanagan.- continuo James - Aun así, creo que me retirare y abriré una asesoría matrimonial.- dijo entre risas. –De acuerdo James, nos vemos el viernes que viene en O’Flanagan.- conteste sonriendo y ya sin contener las carcajadas continúe –Pero por lo mas sagrado no montes una asesoría matrimonial no quiero una oleada de divorcios en el pueblo. –De acuerdo Jack...-Ahora su tono era distinto, sonaba preocupado. –Perdón, sabes que era una broma- Respondí enseguida. -No, no es eso.- Dijo James muy serio -Mira sé que eres nuevo por aquí, ¿Cuando llegaste? ¿Hace 4 o 5 años, no? y no sabes como funcionan las cosas. Aquí cualquier tema relacionado con ese lago o ese pueblo es casi tabú. No te preocupes por las reacciones de la gente es lo normal, ya te acostumbraras. Pero lo de aquella chica… ¡Por dios Jack! No sabes la mierda que se avecina, en cuanto les has dado la carta, dos llamadas y media ciudad se ha puesto en pie de guerra. Sinceramente coge las vacaciones y no vuelvas en unas semanas, yo me encargare del caso por ti.-Continuo con un tono mas risueño ahora -Jack ve a casa y haz las paces con esa fiera. “Tu ya me entiendes.” Cuídate.-.
El resto del viaje transcurrió tranquilo mientras repasaba mentalmente el suceso de esta tarde, pero decidí dejarlo en manos de James. Lo mejor que puedo hacer es volver a casa e irme de viaje con Elisa una semanita o dos como aconsejaba James. Mi amada Elisa, mi mujer desde hace 10 años. Ella que me ha hecho el hombre más feliz del mundo y yo solo le he traído dolor. Todo es culpa mía. Ella que era la persona mas maravillosa que jamás conocí, que brillaba con luz propia reducida a un animal asustadizo, una parodia de lo que era. La pobre es incapaz de cruzar el umbral de la puerta sin mi o incapaz de estar siquiera en casa sin una arma a mano. Fue la razón por la que nos mudamos a Brahams. Ella ya no soportaba vivir allí, no después de aquello. Fue hace 4 años y medio, había terminado de pasar consulta y me esperaba junto a la puerta del centro. Desconozco que paso, nunca habla de ello y su sola mención la pone frenética, suponemos que acudió al callejón de detrás de la consulta engañada y le atracaron. Le robaron el bolso y, el desgraciado que se pondría nervioso, le rajo la cara. Desde la frente a hasta la mejilla, no la dejo tuerta de milagro. La encontré cuando me dirigía a recogerla del trabajo para una cena romántica. Allí estaba encogida contra la pared del callejón temblando con la cara las manos y la ropa llenas de sangre, en aquel momento creí que mi corazón dejo de latir. Cuando me vio se abalanzo a mis brazos entre lagrimas preguntándome porque no llegue antes, porque no la salve. Aquello me partió el corazón Dios sabe que hubiera dado mi vida por ella, ¿De que sirve mi placa y mi arma si no puedo proteger a quien amo? La lleve al consultorio y de allí al hospital entre sollozos y recriminaciones. Se necesito sedarla porque no cedía a soltarme de su lado. Tardo semanas en aceptar que debía de volver al trabajo y que ella debía salir, pero esto resulto en vano. Nunca salía a ningún sitio si no la acompañaba. En ese momento pedí mi traslado a alguna ciudad pequeña o pueblo donde ella pudiera volver a sentirse segura. Y surtió efecto, el traslado logro un cambio inaudito en ella. Volvió a sonreír, a pasear sola incluso encontró trabajo en la clínica de Brahams. Fueron 3 años maravillosos pero la alegría poco duro. Veréis un día cuando volvía del trabajo la encontré agazapada frente al televisor aterrada. No sé que vería en las noticias pero resucito su trauma con más fuerza. Volvió a recluirse en casa, me obligo a enseñarle a manejar una pistola y empezó a cambiar poco a poco. Ya no se comportaba como una niña asustadiza, no, comenzó controlarme con quien iba o hablaba, temía perderme. Quizás demasiado para que yo pueda soportarlo. Este ultimo año y medio a sido especialmente duro para mi, siempre me controla necesita saber donde estoy decide con quien puedo hablar y con quien no. Y las pesadillas, cada vez con mayor frecuencia asaltan sus sueños, se despierta gritando y golpeándome. Nunca me dice que sueña solamente me obliga a prometerle que nunca volveremos a nuestro antiguo hogar y que nunca la dejare. Cuando se serena por fin logra reconciliar el sueño abrazada a mí. Me preocupa mucho su salud y el hecho de no poder hacer nada me reconcome. De hecho, de no ser por James me habría vuelto loco, ese cabroncete siempre me lía para salir o quedar con la gente. Y quizás sea esa la razón del odio entre ellos. Pero ella vive con el eterno recelo de que la deje por otra y aunque la amo con locura en ocasiones me lo he planteado. Ah, cuan fácil seria mi vida de hacerlo: no más control, no más preocupaciones… no más culpa. Pero no puedo este sentimiento de culpa que arrastro cada día es mas intenso. Cuando me mira con ojos de cachorro abandonado… me manipula, yo lo se, ella lo sabe y James lo sabe pero no hago nada al respecto y me siento débil y patético.
 Conforme veía el contorno del edificio de apartamentos comencé a desechar esas ideas, todo daba igual. No importaba su ira o su afán de controlarme solo quería estrecharla entre mis brazos y perderme en sus suaves rizos de azabache. La amo con locura, quizás demasiada y sé que me nubla el juicio… pero ¿Sabéis que? me importa una mierda.
 Inspire y exhale una última vez aire antes de entrar por la puerta dispuesto a enfrentarme a ella. Y allí estaban las maletas en el recibidor. Al pasar junto al comedor y no verlo reducido a escombros era una visión desalentadora al fin y al cabo implicaría que se había desahogado. Aun así aunque sonreí para mis adentros sabiendo que no estaría otro mes sin televisión esa estampa no contribuyo a rebajar la tensión. Fui al dormitorio y allí estaba con la luz de la mesilla mientras leía un libro viejo con las tapas de color verde. Dejo el libro en la mesilla y de un brinco salió de la cama lanzándose a mis brazos. La mire a los ojos y antes de mediar palabra me agarro del cuello acercándome a sus labios para dar un largo y húmedo beso seguido de uno mas dulce y corto. La abrace y me dijo –Tranquilo Jack, ya puse en su sito a James. Sé que fue culpa suya, confeso que te obligo a cambiarle el turno.- Ahora con un ronroneo -Vamos a la cama, seguro que estas muy cansado.-. Fue entonces cuando note la primera punzada en mi conciencia.
 Mas tarde, allí mientras ella dormía y la luna acariciaba sus bellas curvas vi la cicatriz de su cara brillando como si fuera de plata, en ese momento la recordé. La imagen de la mujer de esa tarde ardía en mi mente. La conciencia me estaba martilleando con un mazo, como podía ser tan egoísta, su cadáver entre los peces y yo aquí en mi cama. Hice lo que debía, sopese mi decisión aunque no mucho. Me vestí, cogí mis cosas y escribí una nota en la que explicaba que me disponía a hacer.
 Conduje hasta la comisaria y busque el informe de Helen West. Ya lo tenia, por suerte ha estas horas ya nadie trabaja en la comisaria así que me puse a leerlo.

“Nombre de la victima: Helen West

Residencia: Silente Hill, (Katz st.)

Padres: Alexander Y Helen West

Edad: 16 años

Medidas: 1,60 m 59 kg

Descripción: Caucásica, rubia con los ojos castaños.



Informe preliminar: Según los testigos (I.H, A.H y D.K) estaban organizando una fiesta privada. La victima estaba borracha y tras discutir con ellos corrió hasta el borde de la montaña. Allí perdió el equilibrio precipitándose al lago Toluca, concretamente a 1km del mirador del Silent Hill.

Conclusión: muerte accidental.


Agente: Rick Malory”


Se trataba del informe más escueto que jamás vi, los únicos datos útiles estaban en el sumario, los nombres de los testigos estaban tachados de forma ilegible.  Rick Malory, actual sheriff de Brahams, cual seria su interés en todo este asunto. Fuera cual fuera no quiso indagar mucho en el asunto ni dejar constancia.
Dos muertes en el mismo sitio, una nota extraña, el secretismo en torno a esa muerte, todo parecía una mala película de suspense. Intente averiguar el nombre de los propietarios de los telefonos que llamo la mujer, a la que en adelante me referire como "la dama de blanco". Los dos primeros números eran dos fijos y no tarde en conseguir los datos de los propietarios con ayuda de la compañía telefónica. Alexander Hardy y John Smith, pero el tercero era un movil extrangero y no pude obtener los datos. Pero todavía me quedaba una jugada, quizás no sirviera de mucho pero era lo único que tenia. Con el informe Helen en la mano llame al unico numero movil de los teléfonos que "la dama de blanco" llamo antes de suicidarse. Tranquila, no te fallare.

-Buenos días, soy el agente Jack O’Donell de la policía de Brahams. Seria mucha molestia indicarme con quien tengo el placer de hablar.- Pregunte.-Soy Isabella Hardy- Contesto secamente – Y usted “tendría la amabilidad de decirme” a que se debe esta llamada a las 4 de la mañana.-Disculpe las molestias debe de haber sido un error en la transcripción del numero.-Conteste y colgue precipitadamente.

Hardy ese apellido me resulta familiar, así que consulte los archivos del censo. Eran los dos hijos del exalcalde Hardy y aunque el tercer nombre no tuve suerte comencé a encajar las piezas. I.H y A.H que menciona el expediente debían de ser Isabella y Alexander Hardy. Según dijo fue testigo del crimen de Helen West, ¿Seria ella D.K? Seguramente los años le han hecho perder el juicio y confesar. Si tan solo tuviera la carta de suicidio pero no aparece por ningún lugar y según el registro del almacén de pruebas ni el móvil ni la carta existen. De todas formas necesito encontrar alguna prueba que apoye mi teoría de que la muerte de Helen West no fue un accidente. Y solo puedo encontrar alguna pista más en un único lugar, en Silent Hill.

Segunda parte de la historia. Espero que os guste. La semana que viene la tercera parte de la historia “regreso al hogar”. La música para hoy es You Are Not Here. Nos vemos, y los que estéis de exámenes suerte.

martes, 10 de enero de 2012

One more soul to the call: Prologo.

Esta tarde comenzaban mis vacaciones, se que debería haberle pedido a James que atendiera la llamada de teléfono pero que clase de policía seria si antepusiera mi ocio a mi deber. Odio este maldito pueblo, no por las historias que circulan sobre el, sinceramente no las creo, pero este pueblo acumula mas desapariciones que todo el condado de Toluca, tiene algo siniestro. Y la llamada de esta tarde no ayuda a calmar mis nervios. Una joven que amenazaba con suicidarse arrojándose al lago. La llamada se oía entrecortada y extraña lo que nos hacia pensar en una broma pesada, pero en su voz había algo extraño. Algo que me dio miedo, una mezcla de fe y certeza absoluta. ¿Porque cambie mi turno a James? Me repetía mientras hacia una ultima batida por la vieja carretera del lago Toluca.

Así que aquí estoy en la zona sur del lago Toluca cerca del mirador de Silent Hill. Cuando ya abandonaba toda esperanza de encontrar alguien y una sensación de paz llenaba mi alma, sabia que llegaría tarde a mi cita con Elisa pero al menos nada había pasado. Entonces la vi en lo alto del acantilado frente a mi con la luz de la tarde tiñendo su pelo y su ropa del color de las llamas. Acelere y después corrí cuando el coche ya no podía acceder mas lejos. Cuando llegue a su lado a unos 10 metros la vi recortada contra el acantilado era una visión inquietante pero aun así tenia algo poderosamente atrayente. Allí, en el borde del mundo, estaba ella. Una mujer rubia de unos 26 años con un vestido largo de color blanco de corte sencillo. Si se percato de mi presencia no dio muestras de ello simplemente se erguía allí, frente a la nada hablando sola con la vista perdida y la mente en otro lugar. Le hable con suavidad, me presente y le rogué que se apartara del acantilado. Se limito a girar la cabeza en mi dirección y mirarme, en su mirada no vi nada salvo una determinación feroz. Su rostro ni se inmuto al verme, era como si yo no existiese. Lentamente se giro, bajo el brazo derecho arrojando un móvil al suelo, y simplemente esbozo una sonrisa. No, una sonrisa no seria correcto era una como si se riera de un chiste privado. Cuando comenzó ha hablar continuaba mirándome pero su mirada se cargo de vida e intensidad. –Ellos hicieron daño… y nadie les hizo pagarlo. Pero eso no importa, todavía escuchan tus ruegos si sabes como pedirlo.- dijo la mujer. –Quienes te hicieron daño, yo puedo ayudarte, solo tienes que venir hasta aquí y decírmelo- le respondí intentando contener la ansiedad que sentía. Mudo la expresión que se torno dulce y serena –Supongo que serias mi caballero de brillante armadura.- y mirando al vacío susurró –No la cagues.- Y se dejo caer de espaldas a la nada. No acerté a saber que hacia hasta que comprendí que yo estaba cayendo tras ella, estúpido de mi también había saltado.
No se como logre sobrevivir a la caída, supongo que era porque el lago es profundo en esa parte. Me dolía todo el cuerpo y los pulmones me ardían cuando luche por llegar a la superficie. Cuando salí la busque pero no la encontré, bucee pero no la vi. Me obligue a llegar hasta la orilla, estaba exhausto, dolorido y el viaje hasta el coche patrulla me pareció una eternidad. Me senté y cuando logre serenarme llame por radio a la comisaria para dar el aviso –¿James? Soy Jack, apunta. Mujer blanca de 26 años aproximadamente, rubia y con un vestido blanco se ha arrojado al lago Toluca a 1km del mirador del Silent Hill. Solicito buceadores para dragar el lago para hallar el cuerpo. Sucedió hará una hora, sobre las 6 de la tarde.-.
Me seque y me puse la ropa de calle tras extender la mía sobre el coche, por suerte para ser septiembre la tarde todavía era cálida. Mire mi móvil, tenia tres llamadas perdidas de Elisa. Sinceramente no se si estaría hecha una furia o simplemente preocupada, llegaba 2 horas tarde a casa para irnos de vacaciones aunque seria mejor hablarlo cuando llegara a casa. Elisa no es precisamente una persona comprensiva desde hace un tiempo, a decir verdad en ocasiones creo que soy su única ancla con este mundo. Cuando llegue a casa me esperan muebles, libros y platos rotos, seguramente incluso mis maletas en la puerta, no seria la primera vez, luego se calmara y volverá actuar como si nada hubiese pasado. Es mejor que se desahogue y luego hablarlo, que llamarla y echar leña al fuego. Me limite a mandar un sms diciendo que llegaría tarde a casa por cambiarle el turno a James, así tendría una nueva fuente para descargar su ira. No era mentira del todo y ellos se odiaban a muerte, seguramente lo llamará y se gritaran de todo nada más. Ella se desahogara y James beberá gratis lo que queda de mes a mi costa. Abrí el maletero y saque el precinto policial para marcar el escenario y comencé con mi labor.
Ahora pude apreciar detalles que se me escaparon la primera vez, sobre la roca gris en tiza había dibujado un extraño símbolo circular y un libro rojo, mas adelante lo que parecía los restos de una copa o cáliz de piedra negra, obsidiana quizás, seguramente lo pise cuando la seguí y fue lo que me hizo caer. Y allí estaba lo más importante el móvil, ella estaba hablando cuando la sorprendí, mire las ultimas llamadas realizadas, habían solo 4 llamadas realizadas. La primera era a la comisaria de Braham a las 4 de la tarde, las otras tres eran tres teléfonos distintos uno de ellos un móvil. Apunte en mi agenda los números y metí el móvil en una bolsa, lo mismo hice con los restos del cáliz y por ultimo con el libro. Al coger este ultimo se cayo un sobre que contenía varios folios a modo de destinatario ponía con una letra clara y firme, claramente femenina.
“A quien lea esto;
Es necesario que sepa una cosa, yo no soy una suicida. Esto es culpa de los inútiles agentes de Braham que dejaron en libertad a los asesinos de Helen West. Por ello escribo esta carta en la que confieso lo que vi aquella noche de junio de hace 10 años. Mi llamada y mi muerte solo es para asegurar que sea escuchada mi voz.”
Al guardar el sobre de nuevo en el libro carmesí vi una nota en lápiz en la contraportada con una caligrafía claramente masculina.
“Estimada ****** (el nombre esta emborronado);
Dejo en tus manos todo lo necesario para “La unión”. En el paquete están las cosas que necesitabas y en los textos encontraras todo lo necesario para realizarlo con éxito.”
Para cuando acabe de guardar las cosas apareció en la distancia el coche del sheriff y la camioneta del cuerpo de bomberos.





Esta historia es el argumento de una partida de rol que prepare para las Cromel y que quedo a mitad debido a que me tuve que largar. La historia me gusto y siempre quise escribirla o comiquearla. Bueno más vale tarde que nunca. Es una historia sobre hombres y fuerzas sobrenaturales. ¿Porque ambientarla en Silent Hill? Sencillo cuando jugué por primera vez pensaba encontrar un residente vil sobrenatural (no científico) y lo que encontré es mucho más. Me compre el Silent Hill 2 que estaba de oferta y su estética y sobre todo su música (Akira Yamaoka es un genio) me cautivaron. Pero fue su historia lo que me enamoro, me mostro un nuevo tipo de historias con personajes complejos plagados de traumas y miserias humanas. Lejos de la trama principal de la saga es el mejor en mi opinión. Una historia de amor, traición en la que los malvados son castigados y solo los que son capaces de perdonarse salen vivos de la lid. Una historia donde la diferencia entre castigo y redención es perfectamente clara. Dicho esto la historia me gustaría plantearla de forma interactiva es decir al final de cada post me gustaría que la gente posteara que acción espera de los protagonistas y yo la adaptare al esqueleto de la trama. Sinceramente lo agradecería dado que era una partida de rol y los personajes aunque claros sus acciones no las tengo definidas. Por cierto para leer este capitulo como banda sonora recomiendo Room of Angel.