martes, 10 de enero de 2012

One more soul to the call: Prologo.

Esta tarde comenzaban mis vacaciones, se que debería haberle pedido a James que atendiera la llamada de teléfono pero que clase de policía seria si antepusiera mi ocio a mi deber. Odio este maldito pueblo, no por las historias que circulan sobre el, sinceramente no las creo, pero este pueblo acumula mas desapariciones que todo el condado de Toluca, tiene algo siniestro. Y la llamada de esta tarde no ayuda a calmar mis nervios. Una joven que amenazaba con suicidarse arrojándose al lago. La llamada se oía entrecortada y extraña lo que nos hacia pensar en una broma pesada, pero en su voz había algo extraño. Algo que me dio miedo, una mezcla de fe y certeza absoluta. ¿Porque cambie mi turno a James? Me repetía mientras hacia una ultima batida por la vieja carretera del lago Toluca.

Así que aquí estoy en la zona sur del lago Toluca cerca del mirador de Silent Hill. Cuando ya abandonaba toda esperanza de encontrar alguien y una sensación de paz llenaba mi alma, sabia que llegaría tarde a mi cita con Elisa pero al menos nada había pasado. Entonces la vi en lo alto del acantilado frente a mi con la luz de la tarde tiñendo su pelo y su ropa del color de las llamas. Acelere y después corrí cuando el coche ya no podía acceder mas lejos. Cuando llegue a su lado a unos 10 metros la vi recortada contra el acantilado era una visión inquietante pero aun así tenia algo poderosamente atrayente. Allí, en el borde del mundo, estaba ella. Una mujer rubia de unos 26 años con un vestido largo de color blanco de corte sencillo. Si se percato de mi presencia no dio muestras de ello simplemente se erguía allí, frente a la nada hablando sola con la vista perdida y la mente en otro lugar. Le hable con suavidad, me presente y le rogué que se apartara del acantilado. Se limito a girar la cabeza en mi dirección y mirarme, en su mirada no vi nada salvo una determinación feroz. Su rostro ni se inmuto al verme, era como si yo no existiese. Lentamente se giro, bajo el brazo derecho arrojando un móvil al suelo, y simplemente esbozo una sonrisa. No, una sonrisa no seria correcto era una como si se riera de un chiste privado. Cuando comenzó ha hablar continuaba mirándome pero su mirada se cargo de vida e intensidad. –Ellos hicieron daño… y nadie les hizo pagarlo. Pero eso no importa, todavía escuchan tus ruegos si sabes como pedirlo.- dijo la mujer. –Quienes te hicieron daño, yo puedo ayudarte, solo tienes que venir hasta aquí y decírmelo- le respondí intentando contener la ansiedad que sentía. Mudo la expresión que se torno dulce y serena –Supongo que serias mi caballero de brillante armadura.- y mirando al vacío susurró –No la cagues.- Y se dejo caer de espaldas a la nada. No acerté a saber que hacia hasta que comprendí que yo estaba cayendo tras ella, estúpido de mi también había saltado.
No se como logre sobrevivir a la caída, supongo que era porque el lago es profundo en esa parte. Me dolía todo el cuerpo y los pulmones me ardían cuando luche por llegar a la superficie. Cuando salí la busque pero no la encontré, bucee pero no la vi. Me obligue a llegar hasta la orilla, estaba exhausto, dolorido y el viaje hasta el coche patrulla me pareció una eternidad. Me senté y cuando logre serenarme llame por radio a la comisaria para dar el aviso –¿James? Soy Jack, apunta. Mujer blanca de 26 años aproximadamente, rubia y con un vestido blanco se ha arrojado al lago Toluca a 1km del mirador del Silent Hill. Solicito buceadores para dragar el lago para hallar el cuerpo. Sucedió hará una hora, sobre las 6 de la tarde.-.
Me seque y me puse la ropa de calle tras extender la mía sobre el coche, por suerte para ser septiembre la tarde todavía era cálida. Mire mi móvil, tenia tres llamadas perdidas de Elisa. Sinceramente no se si estaría hecha una furia o simplemente preocupada, llegaba 2 horas tarde a casa para irnos de vacaciones aunque seria mejor hablarlo cuando llegara a casa. Elisa no es precisamente una persona comprensiva desde hace un tiempo, a decir verdad en ocasiones creo que soy su única ancla con este mundo. Cuando llegue a casa me esperan muebles, libros y platos rotos, seguramente incluso mis maletas en la puerta, no seria la primera vez, luego se calmara y volverá actuar como si nada hubiese pasado. Es mejor que se desahogue y luego hablarlo, que llamarla y echar leña al fuego. Me limite a mandar un sms diciendo que llegaría tarde a casa por cambiarle el turno a James, así tendría una nueva fuente para descargar su ira. No era mentira del todo y ellos se odiaban a muerte, seguramente lo llamará y se gritaran de todo nada más. Ella se desahogara y James beberá gratis lo que queda de mes a mi costa. Abrí el maletero y saque el precinto policial para marcar el escenario y comencé con mi labor.
Ahora pude apreciar detalles que se me escaparon la primera vez, sobre la roca gris en tiza había dibujado un extraño símbolo circular y un libro rojo, mas adelante lo que parecía los restos de una copa o cáliz de piedra negra, obsidiana quizás, seguramente lo pise cuando la seguí y fue lo que me hizo caer. Y allí estaba lo más importante el móvil, ella estaba hablando cuando la sorprendí, mire las ultimas llamadas realizadas, habían solo 4 llamadas realizadas. La primera era a la comisaria de Braham a las 4 de la tarde, las otras tres eran tres teléfonos distintos uno de ellos un móvil. Apunte en mi agenda los números y metí el móvil en una bolsa, lo mismo hice con los restos del cáliz y por ultimo con el libro. Al coger este ultimo se cayo un sobre que contenía varios folios a modo de destinatario ponía con una letra clara y firme, claramente femenina.
“A quien lea esto;
Es necesario que sepa una cosa, yo no soy una suicida. Esto es culpa de los inútiles agentes de Braham que dejaron en libertad a los asesinos de Helen West. Por ello escribo esta carta en la que confieso lo que vi aquella noche de junio de hace 10 años. Mi llamada y mi muerte solo es para asegurar que sea escuchada mi voz.”
Al guardar el sobre de nuevo en el libro carmesí vi una nota en lápiz en la contraportada con una caligrafía claramente masculina.
“Estimada ****** (el nombre esta emborronado);
Dejo en tus manos todo lo necesario para “La unión”. En el paquete están las cosas que necesitabas y en los textos encontraras todo lo necesario para realizarlo con éxito.”
Para cuando acabe de guardar las cosas apareció en la distancia el coche del sheriff y la camioneta del cuerpo de bomberos.





Esta historia es el argumento de una partida de rol que prepare para las Cromel y que quedo a mitad debido a que me tuve que largar. La historia me gusto y siempre quise escribirla o comiquearla. Bueno más vale tarde que nunca. Es una historia sobre hombres y fuerzas sobrenaturales. ¿Porque ambientarla en Silent Hill? Sencillo cuando jugué por primera vez pensaba encontrar un residente vil sobrenatural (no científico) y lo que encontré es mucho más. Me compre el Silent Hill 2 que estaba de oferta y su estética y sobre todo su música (Akira Yamaoka es un genio) me cautivaron. Pero fue su historia lo que me enamoro, me mostro un nuevo tipo de historias con personajes complejos plagados de traumas y miserias humanas. Lejos de la trama principal de la saga es el mejor en mi opinión. Una historia de amor, traición en la que los malvados son castigados y solo los que son capaces de perdonarse salen vivos de la lid. Una historia donde la diferencia entre castigo y redención es perfectamente clara. Dicho esto la historia me gustaría plantearla de forma interactiva es decir al final de cada post me gustaría que la gente posteara que acción espera de los protagonistas y yo la adaptare al esqueleto de la trama. Sinceramente lo agradecería dado que era una partida de rol y los personajes aunque claros sus acciones no las tengo definidas. Por cierto para leer este capitulo como banda sonora recomiendo Room of Angel.







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