Siempre se contaron historias sobre el bosque de Blue Creek, sobre llamas que danzan en las noches, gente que desaparecía e historias sobre la “gente pequeña”. Los lugareños cuentan historias de gente que se pierde en el bosque siguiendo extrañas luces y cuando regresan los que logran volver han perdido completamente la cordura y mueren entre delirios de duendes y fantasmas. Siempre me fascinaron los mitos locales pues detrás de toda leyenda se ocultan verdades y conocer la verdad siempre fue mi única razón de vivir. Y ahora he conseguido una beca para costear mis investigaciones, por fin podre satisfacer mi curiosidad.
El primer día de la expedición todo fue bien, llegamos al pueblo para recabar más información sobre el folclore, recoger víveres y planear el siguiente paso. La noche paso despacio en el pub del pueblo hablando con los viejos del lugar sus extrañas, y tras cada copa más exageradas, historias. Las leyendas databan de la colonización y ya estaban presentes en el folclore de los indígenas. Los puntos comunes hablaban de luces azuladas y de gente que moría presa de la locura. La lógica dictaba que era un pantano y que la gente se envenenaba con los gases del pantano y se perdía en sus cenagosas aguas. Pero había algo que no encajaba en su patrón, la locura… no encajaba con una intoxicación por gases. Y ahí es donde radica nuestro papel.
El canto de las aves me arranco de mi sopor y vi la luz colarse por las rendijas de la cortina de la habitación de motel. Definitivamente bebí demasiada malta, nunca pensé que unos ancianos pudieran tener tanto aguante. En fin, café caliente y aspirinas solucionarían este pequeño problema. Para cuando baje al comedor común todo el equipo estaba desayunando y me miraban con una mezcla de severidad y risa ahogada. Me ardía la cara de la vergüenza, era como si hubiera regresado a los 17 años. Baje la cabeza y me senté a la mesa a comer el desayuno compuesto de cereales café y huevos revueltos. Mientras desayunaba comencé a ojear el periódico local en busca de algo interesante pero nada que trascendiera más allá de cotilleos locales o el comienzo de la festividad local. Tras desayunar recogimos las cosas y nos dirigimos al bosque. Un bosque centenario de álamos y otros árboles caducifolios que lucían una tonalidad castaña propia del otoño cubriendo el sendero del constante crujido de sus hojas. Conforme nos internábamos en el bosque la tonalidad marrón de las hojas desaparecía y comenzaba aparecer troncos muertos, la hierba desaparecía y los animales escaseaban. Antes del mediodía nos encontrábamos en el más absoluto silencio, un silencio tan absoluto que crispaba los nervios del grupo. Ante nosotros se abría un pantano de ¿Cuánto seria 750 m, 1km de diámetro?, parecía no acabar nunca. Teníamos que buscar una zona seca donde acampar, por unanimidad decidimos acampar en un claro a poco menos de media hora de camino. Ya prácticamente había anochecido para cuando terminamos de montar el campamento, mañana comenzaríamos las prospecciones del pantano. La noche lo cubrió todo con su manto asegurando un sueño y reparador pero desgraciadamente no seria así. No fue un grito, ni un rugido, ni un aullido, ni extrañas luces, solo una inocente pregunta "¿Dónde esta Joshua?" arrastrada por un dulce viento.
Hola, he vuelto! Espero que me echarais de menos.
A-¿Y este con quien habla si por aqui solo pasa el?
B- Ni caso, se cree un Alberto Montt. Tu saluda y pasa de el.
martes, 5 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
En efecto, has vuelto! Y ese pantano sólo puede ser una cosa... ¡el pantano del Generalísimo en Benagéber! (disculpa, estamos con el franquismo en Contemporánea, no pude evitarlo XD)
ResponderEliminarYo sí que me alegro de que vuelvas ^^, y además me has intrigado con la historia. Qué pasará, pasará...
Por cierto, quién es Alberto Montt? O.o
PS: Captcha de verificación: fakeysi. Fake lo será tu abuela, máquina del demonio ¬¬
Si, he vuelto, aunque me ha costado. Mira no es mala idea, la proxima historia la ambientare en el pantano de Benageber, que en su dia me contaron ciertas leyendas urbanas.
ResponderEliminarRespecto a la historia se me ocurrio conforme la escribia (diox nos libre de como acabe). No me acuerdo quien dijo que empezar una historia lo puede hacer cualquier mono pero que terminarla es de escritores. Respecto a quien es Montt mira esta pagina http://www.dosisdiarias.com/ se dedica a viñetas de humor (mas de 16.000 fans que tiene).
Esta noche la segunda y ultima parte del relato. Os esperamos muhahahahaha (mode- guardian de la cripta: Off)