sábado, 5 de mayo de 2012

One more soul to the Call - La llamada


5:40pm. Lago Toluca, Silent hill. (Condado de Toluca, Virginia occidental)

Esta tarde comenzaban mis vacaciones y sé que debería haberle pedido a James que atendiera la llamada de teléfono. ¿Pero que clase de policía seria si antepusiera mi ocio a mi deber? Odio este maldito pueblo, pero no por las historias que circulan sobre el. Sinceramente no creo en cuentos de fantasmas pero este pueblo acumula mas desapariciones que todo el condado de Toluca. Definitivamente tiene algo siniestro.

Así que aquí estoy en la zona sur del lago Toluca cerca del mirador de Silent Hill pisando cada vez mas el acelerador. “¿Porque cambie mi turno a James?”-Me repetía mientras hacia una ultima batida por la vieja carretera del lago Toluca.

Esa llamada de auxilio, esa extraña llamada no ayudaba a calmar mis nervios. Una joven que amenazaba con suicidarse arrojándose al lago. La llamada, si se le podía llamar así se oía entrecortada y extraña. Podía ser solo una broma pesada, pero en su voz había algo. Algo extraño, algo que me dio miedo. Su voz sonaba con una mezcla de locura y absoluta serenidad. Resonaba con la fe de un mártir, con la determinación de un desesperado, en otras palabras no puede ser una broma.

Cuando ya abandonaba toda esperanza de encontrar la mujer de la llamada y aunque sabia que llegaría tarde a mi cita con Elisa una sensación de paz comenzaba a llenar mi alma.

“No pasa nada pues todo era una broma.”- pensé por unos breves instantes.

Fue entonces cuando la vi en lo alto del acantilado frente a mi con la luz de la tarde tiñendo su pelo y su ropa del color de las llamas.

“¡Mierda, la madre que la pario! ¡La muy hija de puta hiba enserio!” Y pise el acelerador hasta sentir que si aumentaba la presión atravesaría el choche.

Y acelere para a continuación correr cuando el coche ya no pudo acceder mas lejos. Cuando llegue a su lado a unos 3 metros la vi recortada contra el acantilado era una visión inquietante pero aun así tenia algo poderosamente atrayente. Allí, en el borde del mundo, estaba ella. Una mujer rubia de unos 26 años con un vestido largo de color blanco de corte sencillo. Si se percato de mi presencia no dio muestras de ello simplemente se erguía allí, frente a la nada hablando sola con la vista perdida y la mente en otro lugar.

-Señorita, … -Le hable con suavidad,- Soy el agente O’Donell, Jack O’Donell.-me presente, -Si es tan amable de apartarse del borde y venir hasta aquí.- le rogué con una voz que no era mia sino un leve susurro.

Se limito a girar la cabeza en mi dirección y mirarme, en su mirada no vi nada salvo una determinación feroz. Su rostro ni se inmuto al verme, era como si yo no existiese, se volvió a girar y continuo hablando durante unos segundos que se me hicieron eternos. Despues lentamente se giro, bajo el brazo derecho arrojando un móvil al suelo, y simplemente esbozo una sonrisa. No, una sonrisa no seria correcta era una como si se riera de un chiste privado. Como quien te lleva hasta una fiesta sorpresa en tu honor y lo sabe todo el mundo menos tu. Aquella mirada me incomodo, era como si fuera yo el que estuviera haciendo una estupidez y no ella.

Comenzó ha hablar y por fin su mirada se cargo de vida e intensidad. –Ellos hicieron daño… y nadie les hizo pagarlo. Pero eso no importa, todavía escuchan tus ruegos si sabes como pedirlo.- dijo la mujer.

–Quienes te hicieron daño, yo puedo ayudarte, solo tienes que venir hasta aquí y decírmelo- le respondí intentando contener la ansiedad que sentía.

–Supongo que serias mi caballero de brillante armadura.- Cuando dijo esto mudo la expresión que se torno dulce y serena.–No la cagues.- Susurro mirando al vacío mientras sonreía de forma picara.

Sin mediar palabra se lanzo al vacio, mas de 30 metros de altura hasta el lago No acerté a saber que pasaba hasta que comprendí que estúpido de mi había saltado tras ella.

“¿Como sobreviví a la caída? ¿Como no me ahogue? ¿Como llegue hasta la orilla medio kilometro al sur? ¿Quien me saco del agua?” No tengo respuestas para esa preguntas lo que si se es lo que vino a continuación.

Todo empezó con una voz de mujer un susurro.-Jack, todavía no, aun no ha llegado la hora…-

Me dolía todo el cuerpo y los pulmones me ardían cuando el aire volvió a llenarlos en un suplicio inhumano. Cuando recupere el resuello volví al agua, la busque pero no la encontré, bucee pero no la vi. Me obligue a llegar de nuevo a la orilla, estaba exhausto, dolorido y el viaje hasta el coche patrulla me pareció una eternidad. Cuando llegue solo pude sentarme y solo cuando pude respirar con normalidad llame por radio a la comisaria para dar el aviso.

–¿James? Soy Jack, apunta. Mujer blanca de 26 años aproximadamente, rubia y con un vestido blanco se ha arrojado al lago Toluca a 1km del mirador del Silent Hill. Solicito buceadores para dragar el lago para hallar el cuerpo. Sucedió hará una hora, sobre las 6 de la tarde.-.

Me seque y me puse la ropa de calle tras extender la mía sobre el coche, por suerte para ser septiembre la tarde todavía era cálida. Mire mi móvil, tenia tres llamadas perdidas de Elisa. Sinceramente no se si estaría hecha una furia o simplemente preocupada, llegaba 2 horas tarde a casa para irnos de vacaciones aunque seria mejor hablarlo cuando llegara a casa. Elisa no es precisamente una persona comprensiva. Me limite a mandar un sms diciendo que llegaría tarde a casa por cambiarle el turno a James, así tendría un blanco para su ira.

Mientras pensaba en la bronca que le organizara mi mujer a James y lo caro que me saldrá por tanto un mes de rondas gratis a mi costa abrí el maletero y saque el precinto policial para marcar el escenario y comenzar con mi labor.

Ahora pude apreciar detalles que se me escaparon la primera vez, sobre la roca gris en tiza había dibujado un extraño símbolo circular y un libro rojo, mas adelante lo que parecía los restos de una copa o cáliz de piedra negra, obsidiana quizás.

“Probablemente lo pise cuando intente evitar que callera y fue lo que me hizo caer.”-Pense al notar mi pie derecho extrañamente dolorido.

Y allí estaba lo más importante el móvil, ella estaba hablando cuando la sorprendí asi que fuera quien fuera con quien hablaba debía de ser importante para ella. Mire las ultimas llamadas realizadas, 4 llamadas realizadas. La primera era a la comisaria de Braham a las 4 de la tarde, las otras tres eran tres teléfonos distintos uno de ellos un móvil. Apunte en mi agenda los números y metí el móvil en una bolsa, lo mismo hice con los restos del cáliz y por ultimo con el libro.

Al coger el libro rojo cayó un sobre que contenía varios folios y a modo de destinatario en el sobre ponía con una letra clara y firme, claramente femenina.

“A quien lea esto;
Es necesario que sepa una cosa, yo no soy una suicida. Esto es culpa de los inútiles agentes de Braham que dejaron en libertad a los asesinos de Helen West. Por ello escribo esta carta en la que confieso lo que vi aquella noche de junio de hace 10 años. Mi llamada y mi muerte solo es para asegurar que sea escuchada mi voz.”

Al guardar el sobre de nuevo en el libro carmesí vi una nota en lápiz en la contraportada con una caligrafía claramente masculina.

“Estimada ***** **** (el nombre esta emborronado);
Dejo en tus manos todo lo necesario para “La unión”. En el paquete están las cosas que necesitabas y en los textos encontraras todo lo necesario para realizarlo con éxito.”

Para cuando acabe de guardar las cosas apareció en la distancia el coche del sheriff y la camioneta del cuerpo de bomberos.

“¿Por qué demonios habrá vendido el pez gordo?”-me preguntaba mientras me hacia al animo de lo que me esperaba.
Sin duda alguna me aguardaba una noche muy larga…

Acabo de corregir algunas cosas de la historia y separar los diálogos para facilitar la lectura como me aconsejo Belsan. Sin mas dilación les presento One more soul to the Call. Esta historia es el argumento de una partida de rol que prepare para las Cromel y que quedo a mitad debido a que me tuve que largar. La historia me gusto y siempre quise escribirla o comiquearla. Bueno más vale tarde que nunca.

Una historia sobre hombres y fuerzas sobrenaturales en la que la línea que separa culpable de inocente, castigo de redención no esta clara porque en la niebla y la noche todo se difumina.

Dicho esto la historia me gustaría plantearla de forma interactiva es decir al final de cada post me gustaría que la gente posteara que acción espera de los protagonistas y yo la adaptare al esqueleto de la trama. Sinceramente lo agradecería dado que era una partida de rol y los personajes aunque claros sus acciones no las tengo definidas.

lunes, 12 de marzo de 2012

One more soul to the call: Mentiras y verdades en la niebla.

Continuaron pasando las horas y no terminaba de conciliar un sueño asaltado por pesadillas surrealistas. No conseguir retener los detalles de mi sueño solo recuerdo fragmentos del sueño, intentar recordar el resto era como asomarse al abismo de la locura. Recuerdo que era oscuro incluso para ser de noche, no brillaban ni la luna ni las estrellas. Recuerdo sentir miedo y avanzar con el arma y la linterna hasta una habitación. Estaba en el motel pero era distinto, ruinoso y oxidado. Recuerdo un grito de puro terror y una siniestra voz de mujer.
Desperté de nuevo en mi cama la cabeza me daba vueltas y cada vez lograba recordar menos de aquel extraño sueño. Me levante para ir a darme una ducha y mientras me desvestía vi algo que no debía de existir. Y la razón por la que deje de creer que todo fue un sueño, allí frente al espejo vi un hematoma enorme en mi hombro derecho. En ese momento recordé un fragmento del sueño donde derribaba la puerta de una habitación. Estaba confundido, nada tenia sentido ¿Lo soñé de verdad o no? mi cabeza iba a la deriva. Después de vestirme fui al coche al pasar por la puerta de la habitación 6 me quede mirándola. Tenía un 6 dibujado con pintura negra que me resultaba extrañamente familiar. Recuerdo soñar que derribé una puerta con un seis dibujado cuya oxidada cerradura cedió ante mi peso. Pero la cerradura de esta puerta no estaba oxidada y en el marco no habían signos de violencia por un momento pensé que me estaba volviendo loco. Decidí que debía investigar los extraños ruidos que oí anoche procedentes de esta habitación y la extraña relación con mis sueños. ¿Me drogaron quizás y mis sueños son recuerdos deformados? Con paciencia y un juego de ganzúas abrí la cerradura. Dentro encontré una habitación revuelta con una cama desecha en la que alguien había dormido hace poco y ropa por el suelo. En medio de aquel caos encontré un bolso sobre una mesa pequeña con los bordes arañados y desconchados por el uso y el tiempo. Al abrir el bolso encontré algo que no esperaba encontrar era un carnet de conducir de Virginia Occidental y la mujer de la foto era la “dama de blanco” solo que en la foto era morena y no rubia pero aun así era ella seguro. La “dama de blanco” se llamaba Diana Katz y por fin todo encajaba.

Ella era D.K. y en su casa encontraría las pruebas que necesito. Registre la habitación y encontré una álbum de recortes. Decidí ojear el libro de recortes, estaba plagado de recortes de periódicos de lo más variados. Recortes sobre los accidentes de barcos desaparecidos en el lago, de la desaparición de Lisa Garland, el incendio de la casa Gillespie, y un gran numero de artículos de gente desaparecida que fue vista por última vez en torno a Silent Hill. Todo ello junto constituía un documento cuanto menos inquietante, pero la peor parte era la referida a las páginas dedicadas al accidente de Hellen West. Las páginas mostraban una clara obsesión por el asesinato de Helen, paginas y paginas llenas de recortes de periódico, fotos del sitio y de Helen. Pero también mostraban un profundo odio hacia ella en todas se veía la cara tachada o cortada la parte de la cabeza. Fuera la que fuese la relación que las unía era muy profunda, seria el sentimiento de culpa derivada de su muerte. Los recortes no aportaban mucha información dado que aun eran más escuetos que el informe policial.

Por ultimo encontré un libro verde igual que el que mi mujer lee cada noche. Este detalle no tendría relevancia de no ser porque ella nunca me deja mirar ese libro y la curiosidad fue más fuerte. Se titulaba “The lost Memories” y a juzgar por su aspecto debía ser antiguo. Abrí el libro por a la altura del marcapaginas y encontré el siguiente párrafo marcado.

“Los antiguos pobladores creían que todas las almas de este lugar moraban en el lago. No solo las almas de los hombres sino también de las bestias las plantas y las cosas.
(Esta parte es ilegible)
Como rito de purificación para solicitar su asistencia el chaman debe purificar su alma extinguiendo cuatro fuegos con su propia mano. Estos fuegos representaban la traición, la cobardía, el egoísmo y la maldad. Pues estos cuatro elementos constituían el origen del sufrimiento del hombre y no podrá comulgar con los espíritus con estas losas en el corazón.”
Tras ojearlo llegue a la conclusión de que debía ser algún tipo de recopilatorio sobre los nativos y algún tipo de religión pagana que se practicase antaño. ¿Por qué leería este libro Elisa? Ella nunca mostro interés en la religión. Si solo recordara cuando comenzó ha leerlo…

Cogí el álbum de recortes, la documentación, el libro verde y cerrar la puerta con delicadeza. A continuación marche a mi habitación donde me limite a recoger la bolsa con la ropa y mis cosas. Ahora ya tenía un lugar por donde comenzar a investigar, la casa de Katz. Me dirigí ha la oficina del dueño del motel para preguntarle por la inquilina de la puerta numero 6. El hombrecillo que la atendía era un desgraciado al que tuve que sobornar con 50 dólares para que me dejara pasar dentro y ver los registros. Lo que vi me sorprendió dado que la habitación estaba reservada desde anteayer hasta mañana. ¿Quien reserva tanto tiempo una habitación si planea suicidarse? Era la pregunta que me rondaba la cabeza mientras encendía el motor del coche y ponía rumbo a Neely Street. Era muy extraño no había nadie por las calles, los locales estaban cerrados y las persianas bajadas. Era como si se preparasen para un huracán. Mientras pasaba por el lago veía como una niebla comenzaba a cubrir el lago de este a oeste. Un espectáculo que aunque bello tenía algo de inquietante, supongo porque siempre ocurren accidentes de tráfico en los días de niebla. Llegue hasta la casa de Diana, una antiguo edificio de apartamentos, me llevo menos de 10 minutos averiguar el piso por los buzones y abrir su puerta. Dentro encontré una casa de mobiliario austero y sin demasiadas filigranas. El mayor lujo que había era la nevera y un sillón junto a una lámpara en lo que parecía una biblioteca privada. Revise concienzudamente su dormitorio, la cocina, baño y por ultimo la biblioteca. En la biblioteca encontré 3 objetos interesantes sobre el escritorio. Una identificación de Diana Katz como ayudante del director de la “Silent Hill Historical Society”, otro libro con tapas de color rojo como el que encontré en el lago y el diario de Diana. En primer lugar examine el libro rojo, lo primero que me llamo la atención era su estado. Era nuevo una impresión reciente, 3 años a lo sumo. Lo segundo que me llamo la atención fue que estaba plagado de anotaciones y símbolos extraños. Leí algunas de las anotaciones que ponía junto a un párrafo marcado con un círculo de bolígrafo rojo.
Escucha. Yo soy el Crimson. La verdad en la niebla soy yo. Todos sabéis que yo soy Uno. Sí, y el Uno soy yo. ¡Los creyentes me escuchan! Veinte veintenas de hombres prestan atención a mis palabras, transmitídselas a todos, que siempre deben ser obedecidas incluso en la sombra de la aciaga e insidiosa noche. Les enviaré una amarga venganza y sufrirán mi eterna ira los traidores. La belleza de la flor al florecer y el primer último aliento del nacimiento, éstas son mis bendiciones. Tú siempre me invocarás a mí y a todo lo que soy en el lugar que es silencioso.
Oh, orgullosa fragancia de vida que vuela hacia el corazón. Oh Copa rebosante de vino más blanco, es en ti donde todo comienza."
Esto esta mal, no coincide con las indicaciones del libro de Baldwin. ¿Sera que mi edición es incorrecta? ¿Sera una manipulación de un traductor cristiano? Necesito encontrar la edición a la que hace referencia el libro verde. (Anotación en el margen)”
Tras leer esto me quedo claro que la suicida era Diana, la letra era la misma que en el sobre de la confesión de suicidio. Mientras ojeaba el diario de Diana observe una pauta que se acrecentaba conforme avanzaba el libro y es una creciente obsesión en torno al libro rojo y a conseguir algo a lo que se refiere como “la unión”. Mientras intentaba sacarle sentido a lo que había escrito James me llamo por la radio.

-¿Jack? ¿Estas ahí? ¡Jack, si estas escuchando esto responde joder!- James sonaba muy alterado. –James, Jack al habla. ¿Que pasa, porque tanta prisa?- Dije con tono conciliador aunque me imaginaba el motivo de la llamada. – ¡Jack! ¿Que coño le pasa a tu móvil? Maldito desgraciado no sabes la que se ha armado aquí. Entre tu, tu mujer y el Jefe me vais a crear una puta ulcera.-Contesto James airado. – ¿Mi mujer? ¿Que hizo Elisa?- Inquirí con tono preocupado. – ¿Tu que crees? Entro hecha una furia y le arrojo el café con cafetera incluida a Donny sin mediar palabra. Por un momento pensé que la habías abandonado y te largaste con la camarera del O’Hannagan. Ya sabes, la pelirroja que te hace miraditas. –Sabes que nunca haría algo así James.-Replique indignado. –Si bueno, lo que quieras, la cuestión es que se la han llevado al St. Jerome’s Hospital esta en observación en el ala de psiquiatría. – ¿Como has podido dejar que se la llevaran? –Estaba furioso. – ¿Perdona? Si fuera por Donny estaría muerta. Se lo han llevado de urgencias le ha abrasado la cara será un milagro si no queda ciego. ¿Pero que clase de desgraciado eres? Sabes que tu mujer necesita ayuda psiquiátrica y te niegas siempre en plano. –Mi indignación crecía por momentos- A veces pienso que solo quieres tenerla controlada, no eres tan diferente de un maltratador. - Mi indignación no tenia limite en ese momento. Recogí las cosas y fui corriendo escaleras abajo sin molestarme en cerrar la puerta siquiera. Cuando llegue al coche logre serenarme y volví a conectar la radio. –Mira James tengo que hacer una parada mas en la “Silent Hill Historical Society” e iré al hospital antes de que decidan internar “a mi mujer”. –Arranque el motor y me dirigí hacia la avenida principal- No permitiré que la encierren y la atiborren de drogas hasta que me olvide…  -Cállate y escucha antes de montar una escenita. Tu mujer tenía una nota tuya en la que explicas que has ido a Silent Hill para solucionar el tema de Diana Katz. Pero el “Gran Jefe” ha leído la nota y esta que hecha fuego. Me ha ordenado a mí y a Allan que vayamos a por ti y te traigamos inmediatamente. –Tu,… ¿Tu sabias quien era la chica que se suicido? ¿Por qué no me dijiste nada? –Pregunte totalmente desconcertado. –Dios del cielo, Jack. ¿No lo entiendes? Todos lo sabíamos menos tu por una sencilla razón. Eres el sospechoso principal del asesinato de Diana Katz.-Aquella noticia me dejo totalmente pálido. –Antes de que me llamaras por radio para denunciar su suicidio ella llamo para decir que un policía la perseguía. Por eso quería que te fueras unos días mientras los ánimos se calmaban por el pueblo, pero ahora solo has logrado que el jefe crea que eres el asesino y estas borrando tus huellas. Por favor Jack, ven. No me obligues a buscarte. Somos amigos ¿Verdad? – Su tono sonaba a suplica. –Voy. –Fue la única respuesta que logre articular.
Por eso no estaban las pruebas en el almacén. Simplemente porque yo era el sospechoso y lógicamente las habrán guardado para que no pueda manipularlas. Debo ir inmediatamente a la comisaria y probar mi inocencia, la cámara del coche debería probar mi coartada. Al fin y al cabo el coche estaba… ¿a cuanto? ¿25 o 30 metros? En la cámara debería de poder verse como es ella la que se tira desde lo alto del acantilado. Debo volver, debo volver, debo volver, debo volver, debo volver…
Ese era el único pensamiento en mi cabeza mientras la niebla se hacia mas y mas espesa hasta cubrir la carretera principal. Era tan espesa y blanca que parecía clara de huevo batido y seguro que se podría cortar con un cuchillo. Reduje la velocidad ¡Y justo a tiempo! Para evitar atropellar a una mujer que cruzaba corriendo la calle en medio de la niebla.

Hola de nuevo a todos, la trama se complica. Si Helen llamo a la policía para hacer justicia porque acusa de su asesinato al único policía que acudió. Quien es la misteriosa mujer en la niebla. Que pinta en todo esta trama de asesinatos los libros de esoterismo que Jack encontro. Las respuestas se ocultan en la niebla, pero podrán encontrar nuestros protagonistas la respuesta o las mentiras los engullirán para siempre.
Lo siento pero no he tenido la oportunidad de revisarlo, en fin no me tengais encuenta los fallos ^^.

lunes, 20 de febrero de 2012

One more soul to the call: Interludio

Despiertas empapado entre las sabanas de una cama, te sientes angustiado y agotado-Uf, que calor… Es imposible dormir.- Te levantas de la cama y abres la puerta del balcón. El cálido y húmedo aire nocturno cubre cada centímetro de tu cuerpo, aunque no del todo agradable supone un respiro frente al viciado aire de la habitación. El cielo estrellado y despejado brilla con una intensidad solo eclipsada por la propia luna. Te sientas sobre el alfeizar del balcón mientras suspiras de placer al notar el frio contacto de la piedra a través de la tela del pantalón. Te pasas la mano por el pelo corto en un vano esfuerzo por quitar el sudor del pelo. La luna llena te invade la vista de forma hipnótica llenándote de una paz ultraterrena que aleja de ti el calor y el cansancio. Ahora el aire parece más agradable, notas los aromas del jazmín y los pinos del parque. Oyes un leve sonido a tu izquierda y ves a una joven apoyada en la branda de la terraza terraza del edificio anexo. Y permanecía allí mirándome fijamente una preciosa joven de 20 pocos años con una melena azabache totalmente rizada que le llega hasta la cintura. Al principio intentas ignorarla y centrarte en mis propios pensamientos pero sigues notando como me observa fijamente. Finalmente te giro y la saludas con la mano, ella sonríe de oreja a oreja y te giña un ojo, notas como pierdes momentáneamente el equilibrio que aunque no entraña peligro al mirar a la calle te asustas. Ella se ríe descaradamente de tí, se dio cuenta de tu desliz. Sientes vergüenza y como se incendian tus mejillas, elevas una plegaria silenciosa a dios porque este suficiente oscuro para que no lo pueda ver ella.

-Hola, ¿Eres nueva en el vecindario?- Consigues decir finalmente aunque las palabras se te atragantan, tiene algo siniestro aunque seductor a la par.

-¿Nueva? No, no soy nueva. Digamos que estoy de paso por esta casa.- Te dice con una sonrisa traviesa mientras se apoyaba en la barandilla de la terraza con sus esbeltos brazos hasta sentarse sobre ella con los pies colgando al vacío. Ahora por fin puedes observarla adecuadamente, es esbelta, viste una camiseta blanca de manga corta bastante holgada y unos shorts (¿Un chándal cortado?) que dejan a la vista sus estilizadas piernas calzadas con dos zapatillas de ir por casa peludas de color rosa. Te cuesta reprimir una carcajada ante una visión tan curiosa.

-Entonces asumo que estas robando en esa casa.- Bromeas.

-Y si así fuera, ¿Que harías? Llamarías a la policía o… saltarías desde tu balcón a esta terraza “para detenerme”.- te contesta la muchacha que se acicalaba el pelo mientras con la otra mano te reta sutilmente a saltar.

-Pues serias la ladrona más tonta del mundo por dos razones. Y la más obvia es porque nadie robaría en zapatillas de ir por casa.- Dices con una voz lo más desinteresada posible, aunque la tartamudez delata tu nerviosismo.

-Quizás vivo cerca de aquí. Quizás sea una vecina. Pero has dicho dos errores cual es el segundo.- Dice ella totalmente intrigada, tenia las manos entre las piernas apoyadas en la pared del borde de la terraza con el cuerpo en un precario equilibrio sobre el vacío.

No puedes evitar que aflore una sonrisa maliciosa en tu cara, ella ha picado el anzuelo, o tal vez has mordido tu el suyo. Y mientras estos pensamientos cruzan tu cabeza decides tirar del sedal para comprobarlo.

-Su segundo error señorita es que yo soy policía. Solo necesito saltar hasta esa terraza para detenerla y solo nos separa un metro de distancia.- Contestas imprimiendo toda la autoridad que puedes a tu voz.

Ella ríe como una posesa hasta el punto de caerse casi de espaldas.

-Entonces ¿Supongo que estoy detenida? ¿Va a venir aquí para interrogarme?- Dice ella todavía sacudida por espasmos de risa.

-No podría dado que no tengo pruebas. Pero dado que tengo sus señas quizás debería de visitarla mañana para interrogarla acerca de una misteriosa mujer con zapatillas rosas que merodea de noche.- Dices en tono distendido contagiado por la risa de ella. Ya no sientes calor, sueño, ni cansancio. Simplemente estas donde debes.

-En tal caso necesitara saber mi nombre para encontrar mi puerta. Me llamo Elisa, Elisa Watts.- Te dice la ya no desconocida mujer de pelo moreno. Su cara risueña sonríe con complicidad y por dentro saltas de felicidad dado que sientes que le gustas.

-Encantado, mi nombre es Jack Russell.-Dices instantes antes de que la luna comience a brillar con una intensidad anormal cegándote y sumiéndote de nuevo en la oscuridad.




Me despierto en el coche patrulla de una cabezada accidental al volante en medio de la carretera evitando ser arrollado por un camión de milagro. Aparco en el lindero de la carretera y apago la radio. “Maldita canadiense, me encantan tus jodidas canciones pero casi me matas” pienso mientras giro el interruptor de la radio. Me froto con las manos los ojos hasta lograr enfocar un cartel que pone “ Silent Hill 2 km Jack's Inn 3 km”.

-Jack, supongo que es la señal que buscabas. Dormiré unas horas e iré al acantilado, con suerte encontrare algo… le debo intentarlo como mínimo.- Me digo mas para si mismo que para nadie.
Arranco el motor y me dirigió al Jack’s Inn. Alquilo una habitación y me voy a dormir. Pasan las horas y de la pared de la habitación contigua a la nº 5 alguien rompe botellas y vomita en un esfuerzo por no ahogarse en su propia miseria. Salgo de la habitación y llamo repetidamente a la puerta, solo oigo silencio. Cuando decido volver a la habitación observo que todo esta cubierto por la niebla, me sorprende, el parte no dijo nada de niebla hoy. Me acuesto y vuelvo a oir esos ruidos acompañados de gemidos. Decido que necesito dormir, que todo es cosa de mi cansancio.

Aun así siento miedo…


Anuncios! Siempre necesitamos un descanso, algo sencillo. Nuestros protagonistas avanzan hacia lo que no será mas que un descenso a las pesadillas y recuerdos del pasado. Así fue como Elisa y Jack se conocieron. Una escena de película, pero pronto sabremos mas sobre su relación y sobre el asesinato de Laura Palmer… Perdón Helen West! (casi me pillan que esto tiene menos lógica que Twin Peaks XDDDD.) Feliz regreso a la vida, y si no recuerdan como se hace hagan autoestop! Por cierto la cancion que escuchaba por la radio era esta! (nota que conste que me encanta, pero cuando estas cansado no es la mejor para mantenerse despierto.^^)

Pd. Pero si lo que quereis es manteneros despiertos nada mejor que un buen Coffe-Metal!!!!!! XDD

jueves, 16 de febrero de 2012

One more soul to the call: Regreso al hogar

Paris (Francia) 11 de la noche. Una mujer se despereza mientras intenta coger un móvil que suena despertándola de un profundo sueño.

-¿Quién es?- Dijo apenas consciente de llevarse el aparato al oído. –Buenos días Sra. Fronsac. – Dijo una voz femenina fría y sin tono. –Hardy, si no le importa- respondió la mujer claramente molesta. –Solo una amiga de la Helen West. La señora Fronsac sintió un escalofrió en su espalda, consciente de la situación se apresuró a decir. –Perdone pero creo que me confunde…-. -Yo no colgaría el teléfono Isabella, ¿Puedo tutearla, no? Solo busco una compensacion.- resono la voz al otro lado del teléfono tan desapasionada y fría que Isabella fue incapaz de colgar el teléfono.- Al fin y al cabo usted debe pagar mis 10 años de silencio. –¿Y si me negara a pagar?-Respondió Isabella tajante con una seguridad que realmente no tenia. –Pagara, le gusta demasiado su nivel de vida como para perderlo por un poco de dinero.- resonó la voz profundamente resentida–Señora Fronsac es muy sencillo, usted traerá 500.000 dólares a Silent Hill antes de 24 horas o hablare con su marido. –¿Como sabré donde entregarlo?-Respondió Isabella mientras buscaba una solución al problema.–Adivínelo-Fue la escueta respuesta que recibió, después solo escucharía el pitido del teléfono.



Y allí estaba ella mirando al teléfono con la vista perdida en el pasado. Pensó en Silent Hill, en los motivos que le llevaron a irse y a cortar lazos con su pasado. Se levanto de la cama y con la mano temblorosa se sirvió un vaso de wiski que vacío de un solo trago. Mientras se servía otro vaso cogió el teléfono y llamo. –Aerolíneas Airfrance en que podemos ayudarle.-Resonó al otro lado del teléfono la voz de un hombre. –Quiero reservar pasaje en el próximo vuelo que salga hacia Virginia Occidental, Estados Unidos.- Mientras ultimaba los detalles por teléfono comenzó a recoger algo de ropa, pasaporte y demás enseres. Por ultimo vacío de un trago otro vaso y abrió la caja fuerte para sacar el dinero. –“Señora Fronsac”, alguna ventaja tenia que tener este apellido.- Se dijo así misma intentando olvidar las imágenes que le atormentaban. Y allí mirando las luces de Paris desde su ventana volvió a llamar por teléfono.



Richmon (EE.UU.) 5:30 de la tarde. Un hombre regresa a su casa tras un tedioso día en la universidad. La puerta se cierra estrepitosamente tras el y deja caer las lleves sobre el aparador del recibidor y mira a su alrededor. De haber una visita se hubiera asustado al ver aquel desorden pensando que habían robado en aquel pequeño y oscuro apartamento de los suburbios, pero allí nunca vienen visitas. Avanzo a trompicones apartando a patadas libros de teología de las más diversas confesiones, cristianos, budistas, taoístas, tribus mesoamericanas y así un largo etcétera. Allí en el sofá se mirando el techo tanteo con la mano el revolver que guardaba debajo del sofá. Y como cada día repitió el mismo ritual, reviso el arma puso una bala en el tambor y lo hizo girar, apoyo el cañón en la sien y con una plegaria en los labios apretó el gatillo. “Click” fue el único sonido que perturbo el silencio reinante, soltó el revolver y comenzó a sollozar como cada día hiciera desde hace años. Y habría continuado llorando toda la noche de no interrumpirle el teléfono. Al principio resolvió ignorarlo pero no cesaban las llamadas, regiro el suelo lleno de apuntes, exámenes y libros hasta hallar el aparato.



-¿Diga?- Fue su escueta contestación intentando controlar sus sollozos sin éxito. –Hola Alexander cuanto tiempo.- respondió una familiar aunque voz de mujer. –Isabella, que se te ofrece.- El tono pusilánime que antes adoptara se troco en furia mal disimulada.-Te hacia lo suficientemente feliz en Paris como para no volver a tener que escuchar tu voz. –Lo se hermanito, pero necesito un pequeño favor. Esperame en la vieja casa de Brahams, tenemos un pequeño problema. Alguien me esta haciendo chantaje.-respondió Isabella. –En primer lugar no me llames “hermanito” y segundo que te hace pensar que me importa lo mas mínimo tus problemas.-replico sin molestarse en contener su ira. –Siempre igual tan inteligente y tan sumamente estúpido. Piensa un poco en cual puede ser el motivo del chantaje.-Sentencio Isabella como quien habla con alguien demasiado estúpido para vestirse solo.-Alguien lo sabe y si yo caigo os arrastrare a los dos. –De acuerdo Isabella, que quieres que haga.- Pregunto suspirando Alexander. –Llama a Kart y reuníos conmigo en Brahams yo cogeré el avión en unas dos horas aproximadamente así que llegare allí sobre las 4 de la mañana.



La idea de que les hubieran descubierto, de que tras diez años de mentiras y pesadillas todo saliera a la luz le arrojo en medio de un torbellino de emociones. Por un lado se sentía aliviado ya que por fin recibiría el castigo que merecía, que anhelaba en lo mas profundo, pensaba mientras extraía la bala del tambor y la observaba con detenimiento. Y allí se quedo mirando la bala en todos sus detalles como si  nunca hubiera visto una antes. En ese momento el teléfono sonó y tal fue el susto que se le cayo de las manos el teléfono. Precipitadamente lo cogió y se apresuró a contestar por teléfono –¿¡¿Isabella que demonios quieres ahora?!?-Contesto Alexander mas asustado que enfadado. -¿Isabella?... Me temo que se equivoca.-Respondió la voz del teléfono con un bufido- No, soy una vieja amiga de Helen West. –Mi hermana ya me advirtió de su chantaje.-Respondió Alexander como quien sabe mas de lo que en realidad sabe.-A mi no me sacara… -¿Dinero? – corto secamente la cháchara de Alexander- Ni quiero tu dinero, ni tu lo tienes. Me tienes miedo ¿Verdad? Puedo notarlo en tu respiración. Y tienes motivos tú eres el peor de los tres, pero tranquilo no busco venganza.-Su voz sonaba fría y monótona, totalmente carente de pasión.- Eres demasiado patético,-remarcándolo con una risilla desdeñosa- seguramente intentaras suicidarte tu solo. Solo acuérdate de que tu hermana este mañana en Silent Hill, tenemos que celebrar un aniversario.



Extrajo una caja de balas, la deposito sobre la mesa con suma delicadeza y guardo en ella la bala que había estado observando. De mas cerca se podía apreciar que la caja tenia una cinta roja en la que se leía con letra firme “Balas de fogueo”. Tenia miedo; miedo a su hermana, miedo de la cárcel y sobretodo a la muerte. Seria culpable pero no quería morir ni pagar por ello. El miedo sustituyo a la culpabilidad.



Pasaron los minutos lenta e inexorablemente, una idea cruzo su mente y movido por un resorte invisible busco el teléfono de “Kart” en su agenda y marco el número. Hacia años que no hablaba con Isabella, pero con Kart desde que paso todo aquello no supo nada. En realidad era en parte mentira, tenia su teléfono por pura casualidad ya que hace unos años Kart le llamo para pedirle dinero prestado, cosa a la que se negó Alexander de plano. Y allí estaba, llamándole para pedirle que viniera hasta Braham para enfrentarse a alguien que los vio y quería chantajearles. Marco los números del teléfono y cuando por fin alguien cogió el teléfono dijo. –Buenas tardes ¿Esta Kartson?-Pregunto Alexander. –¿Quien lo pregunta? –sonó una voz de hombre al otro lado de la línea mas tensa que extrañada. –Disculpe mis malos modales, soy Alexander Hardy un viejo amigo de Derek.-Respondió Alexander-¿Puede ponerse al aparato? –No, no puede. Derek murió en un accidente de trafico hace dos años.-Respondió la voz antes de colgar el teléfono. Dio un golpe en la mesa haciendo saltar algunas balas en todas direcciones y estampo la caja en el cajón para extraer otra caja con la tapa rota. El miedo dio paso a la ira, ira por el hecho de que tras tantos sufrimientos fuera a ir a la cárcel, ¡No podía permitirlo!

La ira se volvió odio, un odio frio contra su hermana. Decir que ese odio apareció espontáneamente seria faltar a la verdad, gestado durante años y alimentado con la soledad simplemente necesitaba una chispa. Sí, alguien pagaría por el pasado pero no seria el y si no podía cargarle el muerto a Derek solo quedaba una opción. Si tenia que caer no lo haría solo. En la destrozada tapa de cartón se leía “Munición Smith & Wesson: calibre 32” y comenzó a cargar el arma.



Detroit (EE.UU.) 5:55 de la tarde. La voz de un hombre resuena en una casa al lado de un taller de reparaciones. –¿Quien lo pregunta?-Su voz era tensa como la de alguien que ha sido descubierto haciendo algo indebido-No, no puede. Derek murió en un accidente de trafico hace dos años.- Colgó el aparato y se dirigió corriendo hacia el taller y aunque su gesto era fiero sus ojos delataban una profunda pena.

Suena un teléfono en la oficina de un taller familiar, una mujer de unos 26 años coge el teléfono.–Taller Smith y Smith, en que puedo ayudarle… Si, ¿Un Ford del 92 y de color blanco? … ¿Puede decirme la matricula? ¿Matricula 4B 1459?... Lo siento pero no nos consta… Claro, claro, un momento por favor.-Tapando con la mano el auricular del teléfono la mujer grito para hacerse oír por encima del ruido ambiental-John, cariño. Una mujer al teléfono, quiere hablar contigo, dice que nos dejo un coche para reparar pero el coche no aparece en los registros.



Un hombre joven de pelo rubio y de penetrantes ojos azules soltó la llave inglesa que sostenía y mientras se quitaba la grasa de las manos con un trapo se dirigió a la oficina. Una vez en la oficina intento darle un beso a la mujer que lo rehuyó con una sonrisa traviesa. –John, ahora no, coge el teléfono. Dijo la mujer mientras le ofrecía el teléfono.-Aquí John, soy el encargado del taller ¿En que puedo ayudarle?- Respondió John mas atento del trasero de su mujer que se alejaba dirección a los lavabos. Vera como ya le dije a su secretaria-dijo una voz de mujer. Es mi esposa y por tanto es también propietaria no una secretaria- Corto secamente John con un timbre que denotaba fastidio, detestaba que se refirieran a ella como secretaria. De hecho Susan, su esposa, es una gran mecánica y mejor que la gran mayoría de mecánicos que ha conocido. Y no soporta, no permitía que por ser mujer la degraden a secretaria. Disculpe. -Resonó la voz como si le molestase la interrupción- Deje un Ford del 92 de color blanco y quería saber como estaba. –Ni consta en los papeles, ni recuerdo ese coche. Debe haberse equivocado de lugar.-Respondió John mientras revisaba los papeles. –¿Seguro? La matricula es 4B 1459-En ese instante John sintió como si le arrancasen las tripas- Derek ¿Como puedes olvidar tu propio coche? Ahora escucha atentamente, mañana tendremos los cuatro una pequeña reunión en Silent Hill para celebrar el 10 cumpleaños. Te esperamos, y tranquilo si no vienes le indicare a la policía donde puede encontrar tu coche para que te lo devuelva. Son gente muy agradable, aunque eso tu ya lo sabes verdad Derek o prefieres John. Si, mejor John no queremos que tu mujer conozca tu nombre es muy feo. –Dijo antes de colgar la misteriosa mujer al otro lado de la línea. Y John petrificado, horrorizado ante la sola idea de evocar esa noche. De todas las cosas de su pasado que esperaba que volvieran para morderle en el culo esta era la ultima de ellas sin duda alguna. Si se descubría esta vez no serian dos años en la cárcel; no, seria la perpetua como mínimo. Perdería todo cuanto e logrado, debía hacer algo.



Susan se acercó a Derek por la espalda y le dio un tierno abrazo y le susurro cosas al oído que cayeron en el olvido pues su mente viajaba por el pasado. Derek colgó el teléfono saliendo de su ensimismamiento giro sobre sus talones y mirando fijamente a los ojos a Susan con ademan decidido le dijo. –Susan, ¿Confías en mi?- Aquel comentario cogió desprevenida a Susan que no acertaba a entender que pasaba limitándose a asentir con la cabeza. Pero antes de continuar apareció tras la espalda de ella otro hombre el cual le propino un puñetazo en la cara a Derek haciéndole caer sobre la mesa. –Desgraciado como has podido intentar jugármela después de todo este tiempo.-Se limito a decir un hombre de unos 45 años con la cabeza rapada y un elegante, aunque barato, traje que desmentía su actitud de matón a sueldo. –Eso es mentira yo no le he dado este numero a nadie, te dije que rompí con mi vieja vida cuando acabe la condena, sabes que no os traicionaría.- Contesto furibundo el agredido tapándose con la mano la nariz ante la desconcertada mirada de Susan. -Valiente desgraciado. Como se te ocurrió darle el numero de casa a nadie, ¡Y no me mientas! Ha llamado preguntando por Derek Kartson un tal Alexander Hardy. Si me entero de que estas usando este local para tus chanchullos te mato sin dudarlo, incluso delante de mi hermana. –Continuo agarrándole por el cuello de la camisa mientras levantaba el otro puño. Susan rauda como una flecha intervino agarrándose al brazo de Clark que se aprestaba a descargar el puño sobre la cara de Derek gritándole. –¡Hermano no le hagas daño! Déjale explicarse como mínimo.- Derek aprovecho ese instante de duda de Clark para zafarse de su presa y explicarse. –Clark tienes que entenderlo, necesitábamos dinero para montar el local y llame a un viejo conocido que me debía un favor para pedirle dinero. –Dado que aquella información no mitigaba la ira de Clark continuo explicándose. –No es lo que piensas, solo es un profesor de la universidad de Richmond. Poco a poco Clark pareció calmarse aunque en su mirada podía seguir leyéndose un odio feroz, cuando por fin recupero la compostura se limito a decir. –Debiste consultarme aquello antes. Y da gracias a que estas casado con Susan si no te habría matado.- Fue su única respuesta mientras se marchaba por donde vino, cuando cruzo el umbral de la puerta y mirándole fijamente dijo. –Pero si me entero que es mentira ya puedes comenzar a huir.



Susan le estaba curando la nariz a Derek, habían tenido que cerrar antes de hora para que nadie viera el destrozo que organizo Clark mientras volvía a la casa común. Derek, yo…-Intento romper el silencio Susan. –Es John. Nunca mas me llames por ese nombre.- Fue la respuesta desabrida y llena de resentimiento con la que Derek la atajo. Al mirarla a la cara su gesto se relajo y ahora en tono mas conciliador continuo. –Mi amor, sabes que rompí con aquella vida, ya no me dedico a robar y a trapichear. Estoy limpio y te lo debo a ti. Pero tu hermano me preocupa, -Susan escondió la cara de la vista de su marido- No escondas la cara, ambos sabemos que es peligroso. Si, es verdad que me cubrió las espaldas en la cárcel y nos ayudo a montar el negocio… pero ambos sabemos que tenemos que marcharnos de su lado. Susan asintió en una ambigua y silenciosa complicidad.



-Entonces… John, que quería ese viejo amigo tuyo. ¿Porque te llama ahora después de tantos años? –Aquella pregunta no solo tuvo la virtud de sacar a John de sus divagaciones si no que logro que su cerebro por fin reaccionara. Como un rayo la lógica le fulmino, hasta ahora no había caído, la sucesión de hechos lo tenia desorientado pero ahora todo encajaba. La llamada misteriosa de esta tarde y la de Alexander tenían solo dos cosas en común, un suceso que acaeció hace 10 años, algo que nunca debería de saberse. –Tranquilo amor me llamaba por que era el aniversario de la muerte de una vieja amiga.- Mintió descaradamente intentando poner su mejor cara de timador. No quería mentirle pero no podía decirle la verdad. –Tu tranquila hare una visita rápida a su tumba y vuelvo en cuanto pueda. Y después nos iremos de aquí para siempre. Susan le beso fugazmente y mientras se marchaba a casa a preparar la cena a Clark le sonrió radiante. –Vuelve pronto John y marchémonos.- Pero John veía en sus ojos decían que jamás abandonaría a Clark.



Desechando esas ideas de su cabeza preparo las cosas indispensables en estas situaciones, su documentación falsa y su pistola. Mientras comprobaba el cargador volvió a pensar en Clark. Clark y Derek se conocieron en la cárcel, Derek estaba por robo de coches y Clark por abrirle con una pala la cabeza a su jefe que lo despidió por violento. Mientras estaban en la cárcel trabaron amistad y Derek le convenció para montar un taller mecánico. Clark accedió y les ayudo a conseguir el dinero una vez salieron. Ambos cambiaron de identidad y se mudaron con Susan a Detroit. Allí iniciaron una nueva vida, John (como se hacia llamar ahora Derek) y Susan trabajaban en el taller mecánico que abrieron mientras que Clark encontró trabajo como vendedor inmobiliario. Todo fue bien hasta que descubrió que John y Susan estaban saliendo. Un hombro dislocado y dos costillas rotas fue el resultado de la compresión de Clark hacia John. Solo la amenaza de abandonarlo de su hermana le forzó a aceptar a John como cuñado. Pero desde entonces la relación no es la misma y la tensión entre ambos crece a cada día. Mientras pensaba en el, John termino de recoger sus cosas, salió con la moto y se dirigió a Silent Hill sin volver la vista atrás. En su fuero interno, en lo mas profundo de el sabia que nunca volvería a esa casa.



Brahams (EE.UU.) 3:40 de la mañana Isabella sale de un taxi acompañada del taxista que acerca una maleta hasta la puerta de una casa de estilo colonial de mas de 100 años de antigüedad, una de las mas viejas que quedan en pie en el pueblo. Depositada la maleta extiende la mano hacia su cliente buscando una propina que no llegara. Isabella pasa a su lado como si fuera un arbusto a lo que el perplejo taxista solo responde con un mudo corte de manga marchándose. Isabella llamo al timbre y espero, a cabo de un par de minutos un hombre moreno por fin abre la puerta. El hombre mide 1,78 y viste pesimamente, la ropa esta arrugada y sucia de polvo, apesta a sudor y su cara refleja cansancio. Le cuesta unos segundos pero finalmente lo reconoce, es Alexander su “querido” hermano, verle en ese estado le profunde un extraño placer dentro de ella, sonríe de lado y cruza el umbral. “Tan patético y servicial como siempre, tan útil como un perro.” piensa Isabella para sus adentros mientras se dirige a las escaleras. –Alex, ¿Esta mi habitación preparada?- Pregunta Isabella. –No, no he tenido tiempo mas que para adecentar la mía. Tienes sabanas…-Le replico Alexander para ser atajado rápidamente por Isabella. – Acepto gustosa tu habitación. Muchas gracias “hermano” por ser tan gentil y comprender que vengo cansada del viaje.



Entro en la habitación que a pesar de que nadie ha pisado la casa en 2 o 3 años, Desde que su padre se mudo a Washington, la encontró muy limpia. Su hermano había hecho bien su trabajo. Se tumbo en la cama y se abandonó al sueño, un sueño inquieto y plagado de sombras acechantes, que concluyo otra vez con el sonido de un teléfono.



Isabella cogió el teléfono. –Soy Isabella Hardy- Contesto secamente al presentarse el interlocutor– Y usted “tendría la amabilidad de decirme” a que se debe esta llamada a las 4 de la mañana.-El aludido se disculpo y colgó el teléfono antes de permitir que Isabella contestara.



Cualquier persona estaría como mínimo preocupada ante la llamada de un poli que no quiere nada a las 4 de la mañana. Pero no Isabella. No, ella ni se inmuto ante esa llamada. No porque tuviera la sangre fría. No porque la lógica dictara que la mujer misteriosa y el policía de Brahams estuvieran juntos en esto. No porque fuera tan inocente de creer que realmente se hubiera equivocado al llamar. No porque tuviera planeado si se ponía feo el asunto ordenar a su hermano y a Derek que mataran a esa zorra y la tiraran en su coche al lago Toluca. No, la razón de porque no le importaba era mas simple que todo eso, estaba demasiado cansada y borracha para que le importara nada una mierda. Y volvió a dormir.



Hola gente de nuevo, si sé que llevo semanas de retraso ¿Pero que coño importa? Esta parte me ha llevado muchísimo mas tiempo de lo que esperaba, pero considere que tenia que ponerle un poco mas de interés porque me parecía importante para el contexto de los personajes, pero aun así joder que coñazo esta parte. Quiero llegar ya a las tortas!!! Empiezo a entender Matrix, mucho hablar y poco disparar. Para esta historia recomiendo “One soul more to the call”. No tiene en si mucho que ver la canción con la historia en si pero me gusto como titulo para la historia.


Pd: Cuernos el anterior fue el post 69 y yo que queria poner una guarrada XDDD, es coña.
Pd 2: Esta vez paso de cursivas y subrayados, toy mu perro.








domingo, 15 de enero de 2012

One more soul to the call: El caballero responde a la llamada.

Había que admitir que llegaron pronto, pero ya anochecía cuando el cuerpo de bomberos comenzó a dragar el fondo del lago. Los nervios estaban crispados se notaba en el aire, en las miradas, nadie que hubiera nacido en los alrededores del lago se aventuraría de noche. Si este lago era famoso por algo era por sus corrientes, la cantidad de gente que se ahogo y su cadáver nunca se recupero podría llenar un libro. El sheriff no prestaba mucha atención a mis explicaciones hasta que Mike se acerco con la carta de suicidio. El sheriff se puso a leer la carta mientras Mike me miraba intranquilo. Antes de que acertara a preguntar la causa de su desasosiego el sheriff me cogió del hombro fulminándome con la mirada me exigió saber todos los detalles. Nunca lo había visto tan enfadado.
Era la tercera vez que le explicaba al sheriff lo sucedido cuando el jefe de bomberos nos interrumpió –Los chicos no han encontrado nada y es prácticamente de noche. No son capaces de ver a un palmo de sus narices.- Dijo mirándome como quien mira a un niño demasiado estúpido para sonarse las narices. Luego miro al sheriff como si compartiera con el un chiste o un secreto – Esta es muy mala zona. No es la primera vez que alguien se ahoga y su cadáver es arrastrado por la corriente.-. –Lo mejor será suspender la búsqueda y archivar el caso como suicidio, ¿No es eso lo que paso agente Jack?- Sentencio el sheriff fulminándome con la mirada. Tal era la furia de esa mirada que me dejo sin palabras, solo puede agachar la cabeza y asentir.
Me dirigí al coche, cerré la puerta del coche y me limite a observar por el retrovisor como discutían el sheriff y el jefe de bomberos mientras me dirigía a casa. Por el camino James me llamo por la radio - ¡Jack! ¡Maldito bastardo, me has vuelto a usar de escudo! – Cogí el micrófono de la radio del coche patrulla - James, los dos sabemos que llego tarde por hacerte el favor de atender la llamada.- me limite a contestar, estaba cansado y debería mandarle a tomar por culo pero lo conozco de hace tiempo y se como acabara esta conversación. –Gracias por hacerme el favor, pero ya sabes las normas. Lo que queda de mes pagas todas las rondas en O’Flanagan.- continuo James - Aun así, creo que me retirare y abriré una asesoría matrimonial.- dijo entre risas. –De acuerdo James, nos vemos el viernes que viene en O’Flanagan.- conteste sonriendo y ya sin contener las carcajadas continúe –Pero por lo mas sagrado no montes una asesoría matrimonial no quiero una oleada de divorcios en el pueblo. –De acuerdo Jack...-Ahora su tono era distinto, sonaba preocupado. –Perdón, sabes que era una broma- Respondí enseguida. -No, no es eso.- Dijo James muy serio -Mira sé que eres nuevo por aquí, ¿Cuando llegaste? ¿Hace 4 o 5 años, no? y no sabes como funcionan las cosas. Aquí cualquier tema relacionado con ese lago o ese pueblo es casi tabú. No te preocupes por las reacciones de la gente es lo normal, ya te acostumbraras. Pero lo de aquella chica… ¡Por dios Jack! No sabes la mierda que se avecina, en cuanto les has dado la carta, dos llamadas y media ciudad se ha puesto en pie de guerra. Sinceramente coge las vacaciones y no vuelvas en unas semanas, yo me encargare del caso por ti.-Continuo con un tono mas risueño ahora -Jack ve a casa y haz las paces con esa fiera. “Tu ya me entiendes.” Cuídate.-.
El resto del viaje transcurrió tranquilo mientras repasaba mentalmente el suceso de esta tarde, pero decidí dejarlo en manos de James. Lo mejor que puedo hacer es volver a casa e irme de viaje con Elisa una semanita o dos como aconsejaba James. Mi amada Elisa, mi mujer desde hace 10 años. Ella que me ha hecho el hombre más feliz del mundo y yo solo le he traído dolor. Todo es culpa mía. Ella que era la persona mas maravillosa que jamás conocí, que brillaba con luz propia reducida a un animal asustadizo, una parodia de lo que era. La pobre es incapaz de cruzar el umbral de la puerta sin mi o incapaz de estar siquiera en casa sin una arma a mano. Fue la razón por la que nos mudamos a Brahams. Ella ya no soportaba vivir allí, no después de aquello. Fue hace 4 años y medio, había terminado de pasar consulta y me esperaba junto a la puerta del centro. Desconozco que paso, nunca habla de ello y su sola mención la pone frenética, suponemos que acudió al callejón de detrás de la consulta engañada y le atracaron. Le robaron el bolso y, el desgraciado que se pondría nervioso, le rajo la cara. Desde la frente a hasta la mejilla, no la dejo tuerta de milagro. La encontré cuando me dirigía a recogerla del trabajo para una cena romántica. Allí estaba encogida contra la pared del callejón temblando con la cara las manos y la ropa llenas de sangre, en aquel momento creí que mi corazón dejo de latir. Cuando me vio se abalanzo a mis brazos entre lagrimas preguntándome porque no llegue antes, porque no la salve. Aquello me partió el corazón Dios sabe que hubiera dado mi vida por ella, ¿De que sirve mi placa y mi arma si no puedo proteger a quien amo? La lleve al consultorio y de allí al hospital entre sollozos y recriminaciones. Se necesito sedarla porque no cedía a soltarme de su lado. Tardo semanas en aceptar que debía de volver al trabajo y que ella debía salir, pero esto resulto en vano. Nunca salía a ningún sitio si no la acompañaba. En ese momento pedí mi traslado a alguna ciudad pequeña o pueblo donde ella pudiera volver a sentirse segura. Y surtió efecto, el traslado logro un cambio inaudito en ella. Volvió a sonreír, a pasear sola incluso encontró trabajo en la clínica de Brahams. Fueron 3 años maravillosos pero la alegría poco duro. Veréis un día cuando volvía del trabajo la encontré agazapada frente al televisor aterrada. No sé que vería en las noticias pero resucito su trauma con más fuerza. Volvió a recluirse en casa, me obligo a enseñarle a manejar una pistola y empezó a cambiar poco a poco. Ya no se comportaba como una niña asustadiza, no, comenzó controlarme con quien iba o hablaba, temía perderme. Quizás demasiado para que yo pueda soportarlo. Este ultimo año y medio a sido especialmente duro para mi, siempre me controla necesita saber donde estoy decide con quien puedo hablar y con quien no. Y las pesadillas, cada vez con mayor frecuencia asaltan sus sueños, se despierta gritando y golpeándome. Nunca me dice que sueña solamente me obliga a prometerle que nunca volveremos a nuestro antiguo hogar y que nunca la dejare. Cuando se serena por fin logra reconciliar el sueño abrazada a mí. Me preocupa mucho su salud y el hecho de no poder hacer nada me reconcome. De hecho, de no ser por James me habría vuelto loco, ese cabroncete siempre me lía para salir o quedar con la gente. Y quizás sea esa la razón del odio entre ellos. Pero ella vive con el eterno recelo de que la deje por otra y aunque la amo con locura en ocasiones me lo he planteado. Ah, cuan fácil seria mi vida de hacerlo: no más control, no más preocupaciones… no más culpa. Pero no puedo este sentimiento de culpa que arrastro cada día es mas intenso. Cuando me mira con ojos de cachorro abandonado… me manipula, yo lo se, ella lo sabe y James lo sabe pero no hago nada al respecto y me siento débil y patético.
 Conforme veía el contorno del edificio de apartamentos comencé a desechar esas ideas, todo daba igual. No importaba su ira o su afán de controlarme solo quería estrecharla entre mis brazos y perderme en sus suaves rizos de azabache. La amo con locura, quizás demasiada y sé que me nubla el juicio… pero ¿Sabéis que? me importa una mierda.
 Inspire y exhale una última vez aire antes de entrar por la puerta dispuesto a enfrentarme a ella. Y allí estaban las maletas en el recibidor. Al pasar junto al comedor y no verlo reducido a escombros era una visión desalentadora al fin y al cabo implicaría que se había desahogado. Aun así aunque sonreí para mis adentros sabiendo que no estaría otro mes sin televisión esa estampa no contribuyo a rebajar la tensión. Fui al dormitorio y allí estaba con la luz de la mesilla mientras leía un libro viejo con las tapas de color verde. Dejo el libro en la mesilla y de un brinco salió de la cama lanzándose a mis brazos. La mire a los ojos y antes de mediar palabra me agarro del cuello acercándome a sus labios para dar un largo y húmedo beso seguido de uno mas dulce y corto. La abrace y me dijo –Tranquilo Jack, ya puse en su sito a James. Sé que fue culpa suya, confeso que te obligo a cambiarle el turno.- Ahora con un ronroneo -Vamos a la cama, seguro que estas muy cansado.-. Fue entonces cuando note la primera punzada en mi conciencia.
 Mas tarde, allí mientras ella dormía y la luna acariciaba sus bellas curvas vi la cicatriz de su cara brillando como si fuera de plata, en ese momento la recordé. La imagen de la mujer de esa tarde ardía en mi mente. La conciencia me estaba martilleando con un mazo, como podía ser tan egoísta, su cadáver entre los peces y yo aquí en mi cama. Hice lo que debía, sopese mi decisión aunque no mucho. Me vestí, cogí mis cosas y escribí una nota en la que explicaba que me disponía a hacer.
 Conduje hasta la comisaria y busque el informe de Helen West. Ya lo tenia, por suerte ha estas horas ya nadie trabaja en la comisaria así que me puse a leerlo.

“Nombre de la victima: Helen West

Residencia: Silente Hill, (Katz st.)

Padres: Alexander Y Helen West

Edad: 16 años

Medidas: 1,60 m 59 kg

Descripción: Caucásica, rubia con los ojos castaños.



Informe preliminar: Según los testigos (I.H, A.H y D.K) estaban organizando una fiesta privada. La victima estaba borracha y tras discutir con ellos corrió hasta el borde de la montaña. Allí perdió el equilibrio precipitándose al lago Toluca, concretamente a 1km del mirador del Silent Hill.

Conclusión: muerte accidental.


Agente: Rick Malory”


Se trataba del informe más escueto que jamás vi, los únicos datos útiles estaban en el sumario, los nombres de los testigos estaban tachados de forma ilegible.  Rick Malory, actual sheriff de Brahams, cual seria su interés en todo este asunto. Fuera cual fuera no quiso indagar mucho en el asunto ni dejar constancia.
Dos muertes en el mismo sitio, una nota extraña, el secretismo en torno a esa muerte, todo parecía una mala película de suspense. Intente averiguar el nombre de los propietarios de los telefonos que llamo la mujer, a la que en adelante me referire como "la dama de blanco". Los dos primeros números eran dos fijos y no tarde en conseguir los datos de los propietarios con ayuda de la compañía telefónica. Alexander Hardy y John Smith, pero el tercero era un movil extrangero y no pude obtener los datos. Pero todavía me quedaba una jugada, quizás no sirviera de mucho pero era lo único que tenia. Con el informe Helen en la mano llame al unico numero movil de los teléfonos que "la dama de blanco" llamo antes de suicidarse. Tranquila, no te fallare.

-Buenos días, soy el agente Jack O’Donell de la policía de Brahams. Seria mucha molestia indicarme con quien tengo el placer de hablar.- Pregunte.-Soy Isabella Hardy- Contesto secamente – Y usted “tendría la amabilidad de decirme” a que se debe esta llamada a las 4 de la mañana.-Disculpe las molestias debe de haber sido un error en la transcripción del numero.-Conteste y colgue precipitadamente.

Hardy ese apellido me resulta familiar, así que consulte los archivos del censo. Eran los dos hijos del exalcalde Hardy y aunque el tercer nombre no tuve suerte comencé a encajar las piezas. I.H y A.H que menciona el expediente debían de ser Isabella y Alexander Hardy. Según dijo fue testigo del crimen de Helen West, ¿Seria ella D.K? Seguramente los años le han hecho perder el juicio y confesar. Si tan solo tuviera la carta de suicidio pero no aparece por ningún lugar y según el registro del almacén de pruebas ni el móvil ni la carta existen. De todas formas necesito encontrar alguna prueba que apoye mi teoría de que la muerte de Helen West no fue un accidente. Y solo puedo encontrar alguna pista más en un único lugar, en Silent Hill.

Segunda parte de la historia. Espero que os guste. La semana que viene la tercera parte de la historia “regreso al hogar”. La música para hoy es You Are Not Here. Nos vemos, y los que estéis de exámenes suerte.

martes, 10 de enero de 2012

One more soul to the call: Prologo.

Esta tarde comenzaban mis vacaciones, se que debería haberle pedido a James que atendiera la llamada de teléfono pero que clase de policía seria si antepusiera mi ocio a mi deber. Odio este maldito pueblo, no por las historias que circulan sobre el, sinceramente no las creo, pero este pueblo acumula mas desapariciones que todo el condado de Toluca, tiene algo siniestro. Y la llamada de esta tarde no ayuda a calmar mis nervios. Una joven que amenazaba con suicidarse arrojándose al lago. La llamada se oía entrecortada y extraña lo que nos hacia pensar en una broma pesada, pero en su voz había algo extraño. Algo que me dio miedo, una mezcla de fe y certeza absoluta. ¿Porque cambie mi turno a James? Me repetía mientras hacia una ultima batida por la vieja carretera del lago Toluca.

Así que aquí estoy en la zona sur del lago Toluca cerca del mirador de Silent Hill. Cuando ya abandonaba toda esperanza de encontrar alguien y una sensación de paz llenaba mi alma, sabia que llegaría tarde a mi cita con Elisa pero al menos nada había pasado. Entonces la vi en lo alto del acantilado frente a mi con la luz de la tarde tiñendo su pelo y su ropa del color de las llamas. Acelere y después corrí cuando el coche ya no podía acceder mas lejos. Cuando llegue a su lado a unos 10 metros la vi recortada contra el acantilado era una visión inquietante pero aun así tenia algo poderosamente atrayente. Allí, en el borde del mundo, estaba ella. Una mujer rubia de unos 26 años con un vestido largo de color blanco de corte sencillo. Si se percato de mi presencia no dio muestras de ello simplemente se erguía allí, frente a la nada hablando sola con la vista perdida y la mente en otro lugar. Le hable con suavidad, me presente y le rogué que se apartara del acantilado. Se limito a girar la cabeza en mi dirección y mirarme, en su mirada no vi nada salvo una determinación feroz. Su rostro ni se inmuto al verme, era como si yo no existiese. Lentamente se giro, bajo el brazo derecho arrojando un móvil al suelo, y simplemente esbozo una sonrisa. No, una sonrisa no seria correcto era una como si se riera de un chiste privado. Cuando comenzó ha hablar continuaba mirándome pero su mirada se cargo de vida e intensidad. –Ellos hicieron daño… y nadie les hizo pagarlo. Pero eso no importa, todavía escuchan tus ruegos si sabes como pedirlo.- dijo la mujer. –Quienes te hicieron daño, yo puedo ayudarte, solo tienes que venir hasta aquí y decírmelo- le respondí intentando contener la ansiedad que sentía. Mudo la expresión que se torno dulce y serena –Supongo que serias mi caballero de brillante armadura.- y mirando al vacío susurró –No la cagues.- Y se dejo caer de espaldas a la nada. No acerté a saber que hacia hasta que comprendí que yo estaba cayendo tras ella, estúpido de mi también había saltado.
No se como logre sobrevivir a la caída, supongo que era porque el lago es profundo en esa parte. Me dolía todo el cuerpo y los pulmones me ardían cuando luche por llegar a la superficie. Cuando salí la busque pero no la encontré, bucee pero no la vi. Me obligue a llegar hasta la orilla, estaba exhausto, dolorido y el viaje hasta el coche patrulla me pareció una eternidad. Me senté y cuando logre serenarme llame por radio a la comisaria para dar el aviso –¿James? Soy Jack, apunta. Mujer blanca de 26 años aproximadamente, rubia y con un vestido blanco se ha arrojado al lago Toluca a 1km del mirador del Silent Hill. Solicito buceadores para dragar el lago para hallar el cuerpo. Sucedió hará una hora, sobre las 6 de la tarde.-.
Me seque y me puse la ropa de calle tras extender la mía sobre el coche, por suerte para ser septiembre la tarde todavía era cálida. Mire mi móvil, tenia tres llamadas perdidas de Elisa. Sinceramente no se si estaría hecha una furia o simplemente preocupada, llegaba 2 horas tarde a casa para irnos de vacaciones aunque seria mejor hablarlo cuando llegara a casa. Elisa no es precisamente una persona comprensiva desde hace un tiempo, a decir verdad en ocasiones creo que soy su única ancla con este mundo. Cuando llegue a casa me esperan muebles, libros y platos rotos, seguramente incluso mis maletas en la puerta, no seria la primera vez, luego se calmara y volverá actuar como si nada hubiese pasado. Es mejor que se desahogue y luego hablarlo, que llamarla y echar leña al fuego. Me limite a mandar un sms diciendo que llegaría tarde a casa por cambiarle el turno a James, así tendría una nueva fuente para descargar su ira. No era mentira del todo y ellos se odiaban a muerte, seguramente lo llamará y se gritaran de todo nada más. Ella se desahogara y James beberá gratis lo que queda de mes a mi costa. Abrí el maletero y saque el precinto policial para marcar el escenario y comencé con mi labor.
Ahora pude apreciar detalles que se me escaparon la primera vez, sobre la roca gris en tiza había dibujado un extraño símbolo circular y un libro rojo, mas adelante lo que parecía los restos de una copa o cáliz de piedra negra, obsidiana quizás, seguramente lo pise cuando la seguí y fue lo que me hizo caer. Y allí estaba lo más importante el móvil, ella estaba hablando cuando la sorprendí, mire las ultimas llamadas realizadas, habían solo 4 llamadas realizadas. La primera era a la comisaria de Braham a las 4 de la tarde, las otras tres eran tres teléfonos distintos uno de ellos un móvil. Apunte en mi agenda los números y metí el móvil en una bolsa, lo mismo hice con los restos del cáliz y por ultimo con el libro. Al coger este ultimo se cayo un sobre que contenía varios folios a modo de destinatario ponía con una letra clara y firme, claramente femenina.
“A quien lea esto;
Es necesario que sepa una cosa, yo no soy una suicida. Esto es culpa de los inútiles agentes de Braham que dejaron en libertad a los asesinos de Helen West. Por ello escribo esta carta en la que confieso lo que vi aquella noche de junio de hace 10 años. Mi llamada y mi muerte solo es para asegurar que sea escuchada mi voz.”
Al guardar el sobre de nuevo en el libro carmesí vi una nota en lápiz en la contraportada con una caligrafía claramente masculina.
“Estimada ****** (el nombre esta emborronado);
Dejo en tus manos todo lo necesario para “La unión”. En el paquete están las cosas que necesitabas y en los textos encontraras todo lo necesario para realizarlo con éxito.”
Para cuando acabe de guardar las cosas apareció en la distancia el coche del sheriff y la camioneta del cuerpo de bomberos.





Esta historia es el argumento de una partida de rol que prepare para las Cromel y que quedo a mitad debido a que me tuve que largar. La historia me gusto y siempre quise escribirla o comiquearla. Bueno más vale tarde que nunca. Es una historia sobre hombres y fuerzas sobrenaturales. ¿Porque ambientarla en Silent Hill? Sencillo cuando jugué por primera vez pensaba encontrar un residente vil sobrenatural (no científico) y lo que encontré es mucho más. Me compre el Silent Hill 2 que estaba de oferta y su estética y sobre todo su música (Akira Yamaoka es un genio) me cautivaron. Pero fue su historia lo que me enamoro, me mostro un nuevo tipo de historias con personajes complejos plagados de traumas y miserias humanas. Lejos de la trama principal de la saga es el mejor en mi opinión. Una historia de amor, traición en la que los malvados son castigados y solo los que son capaces de perdonarse salen vivos de la lid. Una historia donde la diferencia entre castigo y redención es perfectamente clara. Dicho esto la historia me gustaría plantearla de forma interactiva es decir al final de cada post me gustaría que la gente posteara que acción espera de los protagonistas y yo la adaptare al esqueleto de la trama. Sinceramente lo agradecería dado que era una partida de rol y los personajes aunque claros sus acciones no las tengo definidas. Por cierto para leer este capitulo como banda sonora recomiendo Room of Angel.







sábado, 31 de diciembre de 2011

Propósito para este año!

Últimamente no he actualizado mucho el blog, ha habido infinidad de razones, de trabajo, cambio de casa, paranoias varias, peleas entre amigos y perder esgrima. Quizás esta última sea la que mas me ha afectado, pero ese tema lo dejaremos para otra ocasión. La cuestión es que me he propuesto actualizar más a menudo el blog con la historia que cree para una partida de rol que llevamos desde hace unos años. Mas que otra cosa por hacer algo, eso si, sí os gusta tenemos un problema por que como los mayas acierten os quedareis con las ganas de saber como acaba la historia  XD.

En fin ¡Feliz 2012! Os deseo grandes dosis de frikismo y felicidad, críticos en las tiradas, heavy metal del bueno y buenos estrenos de cine! Ah! Se me olvidaba, y que los mayas no acierten!


Esto Tzun, esa felicitación me suena mucho… no la has plagiado de algún lado?-No, no esta copiada literalmente es solo… un “homenaje” a la del webcomic Caos y Entropía. –Lo dicho lo has plagiado.-Feliz año a ti tambien!